El escandalito del espionaje ya tiene un nuevo capítulo, pues luego de que la semana pasada se dio a conocer lo que hace el gobierno, resulta que fue un montaje de periodistas y un medio de comunicación impreso.
Ojalá que la Procuraduría General de la República (PGR) nos haga el favor de explicarnos qué fue lo que pasó; si realmente fue un montaje, sería una atrocidad.
Y ya para cerrar con broche de oro, una pregunta al aire: a los periodistas que tienen material de espionaje y han detonado escándalos de corrupción ¿se les castiga o les aplaudimos porque son investigaciones?