José Antonio Meade se sentía muy chicho, brincando en los charcos del lodazal, pero de la nada le cayó la enlodadita, pues la Auditoria Superior de la Federación, señaló el desvío de millones de pesos de Sedesol, con Rosario Robles, aunque después se aclaró que él no estaba involucrado.
Pero todavía no pasaba esto y luego luego salió a flote el asunto de Ricardo Anaya y la nave industrial con Manuel Barreiro, con la fehaciente prueba del candidato bailando en una boda.
Mientras tanto, Andrés Manuel López Obrador liberó a Enrique Peña Nieto con su amnistía, pero ¿cómo?, ya lo inculpó y ya lo perdonó en una misma declaración, pese a que esto es labor de las instituciones.