"Es un pésimo momento para seguir denostando el trabajo de la iniciativa privada y la organización civil, porque hoy la realidad ha rebasado esa narrativa que se dicta desde Palacio Nacional", opina Pamela Cerdeira y agrega que "si no fuera por la labor conjunta de empresarios y sociedad, no se podrían cubrir aquellos huecos a los que no está llegando el gobierno".
"Es la iniciativa privada y la organización civil la que construye espacios para poder atender mayor número de personas enfermas de COVID-19, es esa sociedad que junta dinero y se va hacia los hospitales a repartir materiales a los médicos, y es esa sociedad civil que trabaja todos los días".
Y aprovecha para compartir el caso de una empresa de transporte que ante la creciente ola de violencia hacia las mujeres durante este aislamiento ofreció traslados gratis de las víctimas hacia refugios.
Preocupación latente de organizaciones civiles
En medio de la emergencia sanitaria por la COVID-19 y la crisis económica que atraviesa el país, organizaciones de la sociedad civil han evidenciado una gran preocupación ante la posibilidad de que la administración actual reduzca o modifique el presupuesto destinado a una serie de programas, como los relacionados a la violencia de género.
La preocupación latente surge del decreto que firmó el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 23 de abril para poder modificar el presupuesto y hacer las reducciones relacionadas al plan de austeridad para enfrentar la epidemia del coronavirus.
Aunque no precisó si hay recortes o aumentos a dependencias, el presidente envió su iniciativa para modificar el artículo 21 Ter. de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para poder modificar el Presupuesto de Egresos de la Federación sin restricciones en caso de que se presentan emergencias económicas en el país.