Pamela Cerdeira analiza que tienen en común las conferencias del presidente Andrés Manuel López Obrador y las del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, y coincide que detrás de las llamadas "mañaneras" y "vespertinas" persiste un mismo fenómeno.
Generan tantos datos que es imposible discernir uno por uno entre lo que ya se dijo, lo que es mentira y lo que realmente vale la pena".
"Esa es una estrategia de comunicación", opina Cerdeira.
Para llegar esta conclusión, la analista considera que si uno quisiera ver la información que se genera desde el gobierno en estos espacios se necesitarían alrededor de cuatro horas diarias para estar al tanto de todo lo que se mencionó.
Pero si uno los observa con más detalle se va a dar cuenta que gran parte de esa información que se dice ahí, ya se dijo el día anterior o durante la campaña".
Y señala que la información nueva o las variables dentro de las conferencias es "realmente muy pequeña".
En el caso de las mañaneras las variables tienden a ser a pequeños actos de provocación o adversarios, que hacen que la mañanera vuelva a estar en la agenda".
De la conferencia de Gatell, que todos los días se lleva a cabo a las 19:00 horas para tratar temas relacionados con la pandemia de COVID-19 en México, expresa que pasa algo similar.
El subsecretario se dedica a explicar cosas que ya se explicaron, y cuando se trata de información nueva o que puede ser comprometedora se usan técnicas similares".