La gente tiene miedo de regresar a sus casas lastimadas, destruidas. Se siente la inseguridad.
Pero también se tiene miedo de regresar a los lugares de trabajo. Un ejemplo claro es el edificio de la Sedesol en Reforma 116. Los empleados de la secretaría señalan que tienen pavor por los ruidos que se escuchan en ese lugar.
La gente no tiene confianza en los dictámenes; sobre el profesionalismo de los ingenieros. No sabemos si creer o no.
El temor está por encima de las certezas que nos ofrecen las autoridades. Miedo a regresar.