Lo importante de la marcha es que no haya "ni una menos"

Javier Solórzano destaca que lo importante de la marcha es que no haya ni una menos. Foto: Cuartoscuro

Javier Solórzano hace una reflexión sobre todo lo acontecido el lunes en la Ciudad de México en las marchas de mujeres con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y los actos vandálicos cometidos durante éstas. Destaca que lo importante de las movilizaciones, entre ellas, la marcha de mujeres que se hizo en la capital, es que no haya ni una menos.

En el país se llevaron a efecto varias marchas, la más importante más allá de los actos oficiales, de los propios actos de los organismos internacionales tuvo que ver con lo que sucedió en la Ciudad de México. En la Ciudad de México, hubo una marcha, numéricamente se habla de tres mil, los organizadores hablan de cinco mil, pero de nuevo se volvió a presentar ese fenómeno de grupos que se infiltran.

Nuestro colaborador resalta lo importante de la marcha denominada Ni una menos, y habla sobre la violencia que circula alrededor de la marcha:

La marcha es Ni una menos, la marcha es sobre que hay que tomar consciencia de la violencia en este país en contra las mujeres, y resulta que todos nos vamos con la finta de la violencia que se está gestando en torno a la marcha, porque la autoridad tiende a ser complaciente, no pone los suficientes parámetros para evitar toda una serie de actos vandálicos que acaban llamando la atención de la sociedad, más que la marcha misma.

El experto cuestiona que qué se debe de hacer en estos casos, que ya se han vuelto una constante en las marchas, sobre todo, en la Ciudad de México.

Javier Solórzano plantea algunas preguntas que considera importantes en torno a este tema: "¿quién es la mano que mese la cuna que se vuelve todo tan violento? y ¿tienen razón de ser muchas de las manifestaciones de las propias mujeres que violentan la marcha?".

Asimismo, reitera qué es lo relevante de la marcha Ni una menos:

No hay manera de creerles cuando se vuelve todo tan violento y rompe todos los esquemas de la marcha; y lo más importante, que no hay que perder de vista, es ni una menos, que la violencia contra las mujeres pare, y eso es el eje de la marcha.

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