Javier Solórzano habla de que estamos en el paulatino regreso sin embargo destaca que es muy difícil entender el proceso del paso del semáforo rojo al naranja, mientras que el Presidente sube temas a la conversación pública que son muy polémicos como su famoso decálogo o sus declaraciones sobre el secuestro
El periodista señala que no está todavía muy claro cómo hay que hacer la transición del semáforo rojo al naranja porque aún hay "números brutales" sobre la cantidad de contagios y muertes, en especial en la Ciudad de México, donde estamos con un problema mucho mayor.
Solórzano señala que en medio de todo esto hay algunos temas que está generando controversia: el primero de ellos es el decálogo qué hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador en el cual le habla más que a nada a sus seguidores.
Sobre las personas que siguen al presidente, Javier Solórzano describe que tiene muchos seguidores que son fervientes, "no lo siguen sólo como un referente político sino también como un referente de vida", es por eso que al ver a AMLO en las giras sin usar cubrebocas puede mandar el mensaje equivocado sobre el uso de éste cuando aún estamos en plena pandemia.
Ahora que estuvo de gira el Presidente yo no entiendo porque no se puso el cubrebocas hubiera sido muy bueno" Javier Solórzano.
Sobre el decálogo que publicó el presidente el pasado fin de semana, nuestro analista señala que cae en un rango de lo subjetivo y puede llegar hasta ser un tema de autoayuda, sin embargo, Solórzano explica que este mensaje puede llegar a su público fervoroso dónde puede generar algún resultado.
El otro punto que señala Javier Solórzano es el que tiene que ver con el planteamiento del Presidente de que sólo se secuestra a las personas que tienen una condición económica profundamente favorable.
Me parece que no alcanza a ver la dimensión total de esta terca realidad, hay secuestros en Ecatepec o en Iztapalapa donde por 6 mil pesos se llevan a un niño y luego éste aparece muerto." Javier Solórzano
Solórzano comenta que el presidente no alcanza a ver que el "negocio" del secuestro puede ser igual de brutal para alguien que privan de su libertad por millones de pesos que a una persona que la secuestran por sólo unos miles de pesos, porque el impacto en sus vidas de este delito es igual de brutal.