Raúl Olmos, periodista especializado y colaborador de Mexicanos contra la corrupción y la impunidad conversó con Ana Paula Cinta sobre la relación de Emilio Lozoya con la empresa Odebrecht.
El invitado señaló una frase de Andrés Manuel López Obrador cuando era candidato: no me gustan los chivos expiatorios, aunado a esto, Olmos se pregunta qué pasará con Lozoya y las pruebas en su contra acerca de sobornos, e incluso, lavado de dinero.
Pues Lozoya está relacionado con el recibimiento de al menos 3 millones de dólares entre marzo de 2012 y julio del mismo año; posteriormente, en 2014, compró una casa de 38 millones de pesos en Lomas de Bezares.
Esa residencia se convirtió en la oficina para firmar contratos del mismo tipo de negocios.
Raúl Olmos se pregunta por qué si el caso Odebrecht es un escándalo en toda Latinoamérica, fue Estados Unidos quien tuvo que sacar el tema a la luz; pero sobre todo, la razón de que México no haya tomado las mismas medidas que los otros países en donde sus políticos están implicados.
De hecho, se relacionó a Lozoya con los sobornos de Odebrecht por una investigación de Brasil, misma que señaló que se le pagaron 10 millones de dólares al mexicano a través de fachadas en paraísos fiscales en las Islas Vírgenes del Atlántico y cuentas en Suiza.
- Tal vez el afán de olvido y la falta de voluntad para hacerlo pues desde 2017, el expediente estaba congelado.