Miguel Ricaño Escobar, director de Fortalecimiento Institucional del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, nos dice que vivimos en una ciudad que conserva las condiciones de un lago, pues originalmente eso fue. Sin embargo, su obra de infraestructura hidráulica va en contra de la naturaleza y por ello se presentan cada año las inundaciones.
Nos explica, en entrevista con Ana Paula Cinta, que se han construido puntos deprimidos que agravan cada vez más esta situación, sumado a las lluvias puntuales, provocadas por las condiciones climatológicas que se dan justo en la CDMX.