El destino nos tiene preparadas buenas y malas jugadas, aquí te dejamos las 4 muertes más absurdas.
- Su amor por las bebidas alcohólicas y por la luna fue el causante de que el poeta chino Li Po colgara los tenis. Este importante personaje de la literatura china se fue a navegar, al tratar de abrazar el reflejo de la luna en el agua, cayó de su bote y se ahogó.
- Aunque el dramaturgo griego Esquilo, considerado el primer representante de la tragedia griega, lo intentó, no pudo librarse de su muerte. Un oráculo predijo que moriría aplastado por una casa y decidió vivir en los alrededores de la ciudad. Se dice que falleció cuando un ave soltó una tortuga y su caparazón le golpeó la cabeza.
- El austraico Hans Steininger, famoso por poseer la barba más larga del mundo (casi metro y medio), tropezó con ella durante un incendio en su ciudad y se rompió el cuello.
- Dicen que en boca cerrada no entran moscas. Este consejo le hubiera sido útil al papa Adriano IV, a quien se le metió una mosca en la boca y murió asfixiado.