Según los expertos tener la capacidad de fantasear sexualmente hace bien a la salud. Las fantasías sexuales se despiertan en la pubertad y nunca nos abandonan.
- Estas representaciones mentales se producen de forma involuntaria.
El que una persona las tenga en la mente no quiere decir necesariamente que quiera llevarlas a la práctica, sin embargo especialistas en sexología aseguran que cuando una pareja lleva sus fantasías a la realidad la vida sexual de la pareja puede alimentarse y reavivarse.
Cecilia Borghetti, psicóloga y sexóloga, asegura que las fantasías nos permiten escaparnos de la realidad y nos permiten hacer, al menos en la imaginación, lo que no llegamos a concretar o a lo que no nos animamos.
En nuestras fantasías nos atrevemos, pensamos en lo insólito y lo prohibido, y no hay límites. Los psicólogos aseguran que pueden convertirse en una fuente autoconocimiento del placer y de creatividad.
Pero ojo, hay que tener cuidado porque si se llevan al extremo pueden convertirse en una patología, al grado de que se convierten en el único medio para llegar al orgasmo.