Seguro les ha pasado en la escuela o en la oficina y aunque pensemos que es un insignificante pedazo de papel, cortarnos con una hoja puede dolernos igual o peor que con un cuchillo.
La doctora Hayley Goldbach, explica que todo es cuestión de anatomía pues hay más terminaciones nerviosas y receptores de dolor en las yemas de los dedos que en cualquier otra parte del cuerpo, basta con tomar con ellas algo caliente.
- Asegura que nuestras yemas son la forma con la que exploramos el mundo, acariciamos y hacemos tareas precisas y delicadas.
No basta con la cortada, cada vez que tomamos algo nuestras yemas vuelven a flexionarse y a estirarse, por lo que el dolor continuará hasta que la herida cure.
- Obviamente esta información se obtuvo de algunas evidencias pues la doctora afirma que no hay voluntarios que acepten cortarse y cortarse con una hoja de papel.