Ubicado en el noroeste de Puebla, el municipio de Honey es uno de los secretos turísticos mejor guardados de la entidad. Es el único ayuntamiento que cuenta con un nombre “nada mexicano”, pero todo tiene un origen.
¿Cuál es el origen de Honey, en Puebla?
Un empresario extranjero es el “culpable” del origen del peculiar nombre de este municipio de Puebla, quien llevó prosperidad no sólo al estado, sino a las regiones colindantes como Hidalgo, impulsando el uso del ferrocarril en el país.
Richard Honey, un empresario de origen inglés que emigró a Pachuca en 1862, es el culpable de que este municipio de Puebla lleve su apellido. El hombre, a sus 23 años, compró una mina de hierro en Ixmiquilpan para fundir el mineral en Pachuca, lo que le permitió acumular una fortuna y prosperar en la minería y la fundición.
Richard Honey fue un exitoso hombre de negocios en la época del porfiriato. Con el pasar del tiempo se convirtió en presidente de tres bancos, una empresa de hierro y acero, dos empresas mineras, fundó una fábrica de pintura, además de ser el director del Ferrocarril Nacional Mexicano y del Ferrocarril de Pachuca-Tampico.
Es precisamente su labor en ferrocarriles mexicanos lo que lo llevó a ser reconocido por los poblanos, pues existe registro de que fundó varias fábricas gracias al impulso que le dio en materia de vías y extensión al ferrocarril; de hecho, hasta la fecha, la estación de trenes es una de las partes más emblemáticas de este municipio de Puebla. Se cree que impulsó tanto los caminos férreos, que construyó el primer puente de hierro en el país sobre el río Tula, en Tasquillo, Hidalgo.
¿Qué hacer en Honey, Puebla?
Pero la sorpresa de este municipio no sólo radica en el nombre, sino en lo que puedes hacer en éste. Lo principal son sus cascadas que parecen nacidas de un sueño y que fueron bautizadas como “Paraíso”.
Las Cascadas Paraíso en Honey, Puebla, son un verdadero santuario a la naturaleza, donde, además de conectarte con la caída de agua de sus 10 cascadas, puedes hacerlo con la madre tierra al recorrer la vía para cubrir todas.
Se trata de un recorrido de cerca de 3 kilómetros de subidas y bajadas, con una duración aproximada de tres a cinco horas; claro, dependiendo de tu condición y el tiempo que decidas permanecer en cada una de las cascadas.
Como no es un lugar tan explorado o conocido por los poblanos, se puede convertir en el mejor destino para un fin de semana en compañía de la familia, pues existen diversas actividades como el salto de tirolesa, además de atravesar el enigmático “puente de niebla”. Al ser una zona boscosa y dependiendo la temporada, el clima puede ser muy variante, por eso el nombre tan común.
Los visitantes pueden hacer el recorrido y acampar o rentar cabañas. El mercado del pueblo es un buen destino para visitar los domingos, así como la antigua estación de ferrocarril. Es un lugar para toda la familia, incluyendo mascotas y se aconseja llevar cambio de ropa (playera, pantalón, calcetines) y calzado, además de una chamarra ligera.
Si bien Honey, también conocido como Chila Honey, es poco conocido, cuenta con atractivos turísticos naturales que sin duda sorprenderán a los amantes del ecoturismo que se den la oportunidad de visitarlo, sobre todo por sus 10 cascadas.