Ahora que la cuestión de escasez de agua y de sequía cobran importancia, te recordamos cómo lavaban las abuelitas y bisabuelitas en los famosos lavaderos. Aunque no lo creas en el corazón mismo de Puebla, se hallaban los lavaderos de Almoloya, en el barrio de San Francisco. Conoce su historia y descubre por qué son tan representativos.
¿Qué se sabe de los lavaderos de Almoloya en Puebla?
Caminar por el Centro Histórico de Puebla, es volver a la época colonial. Pero es en el callejón de la 10 norte y 14 oriente, donde se encuentran los “Lavaderos de Almoloya. Sitio que data del año 1863 y que se reabrió al público como parte del programa de recuperación del patrimonio histórico.
Los lavaderos de Almoloya, donde las mujeres poblanas iban a lavar su ropa y permanecían allí varias horas, estuvieron cerrados por varias décadas.
- Para los poblanos estos lugares guardan un sinfín de recuerdos
“Es una alegría muy grande la que yo sentí cuando vi los lavaderos de Almoloya abiertos al público. Les dije a mis hijas, quiero ir porque yo estuve en ese lugar vagamente”.
Luz del Carmen Sánchez, visitante
No sólo lavaderos de Almoloya reabren
Además de los lavaderos, también se reabrió la “Plaza de Las Trinitarias”. Un túnel donde se escucha la filtración de agua y el Jardín de “Las Trinitarias”. Durante los trabajos de rehabilitación se hallaron restos óseos humanos. Los cuales se suman a la historia del lugar rodeado por los Barrios de San Francisco y El Alto que guardan un acervo cultural de la Puebla colonial.
“Puebla tiene 500 años de historia prácticamente en la época española, pero antes ya sabemos que esto era un asentamiento también indígena. Entonces por eso involucrar siempre al INAH es muy importante y que ellos nos vayan guiando. Muy probablemente se trate de restos del siglo XIX”.
Alejandro Montiel Bonilla, encargado proyecto de recuperación
Si visitas esta zona, el recorrido continúa con la puerta del Cirineo que da paso al corto, pero profundo túnel que conecta dicha área con la Plaza de las Trinitarias…Una vez en la plaza, los visitantes pueden adentrarse a las ruinas del que fue el primer convento franciscano de Puebla. Aquí se presume que vivió el beato Sebastián de Aparicio…
En la parte final se ubica lo que fueron hornos de talavera, que además sirvieron para fabricar los ladrillos con los que se construyó el templo franciscano.
Los lavaderos de Almoloya y la Plaza de Las Trinitarias constituyen la recuperación de 8 mil metros cuadrados que están abiertos al público en horario de 10 de la mañana a 6 de la tarde.