El fin de semana la plaza de San Pedro en El Vaticano se llenó con cientos de personas que, tras la pandemia causada por el COVID-19, se volvieron a reunir sin mascarillas, para disfrutar del tradicional encendido del pesebre y el árbol de Navidad del Papa.
Un evento tradicional que reúne a las familias y siempre trae alguna novedad.
Así lo explican los visitantes, como Mario Truppo.
“Siempre he venido a ver el pesebre, la particularidad del árbol, porque cada año viene oferto por una región diversa, cada año tiene algo diferente”.
Mario Truppo, visitante
Aunque el clima no fue idóneo, la pertinaz lluvia obligó a realizar los actos oficiales en el aula Pablo VI, en donde estuvieron presentes los habitantes de Sutrio y Rosello, los dos pueblos italianos que donaron el pesebre y el árbol que adornan la plaza.
- El himno del Vaticano marcó el inicio del evento.
Posteriormente, el presidente del governatorato del estado de la ciudad del Vaticano presidió la ceremonia.
Así lo explica el propio cardenal Fernando Vérgez Alzaga.
“Estoy feliz de que este año el pesebre y el árbol vengan de dos lugares de Italia. El árbol proviene de un paraíso de abetos plateados, sus decoraciones fueron realizadas por los chicos de una clínica psiquiátrica”.
Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano
El pesebre contiene 18 estatuas en tamaño natural, talladas en madera por artesanos de Sutrio, muy cerca de la frontera con Austria.
Árbol de Navidad mide 30 metros de altura.
El impactante árbol mide 30 metros de altura y proviene de Rosello, un pueblo del sur de Italia de solo 182 habitantes.
La tradición del encendido de la Navidad del Vaticano se inició en el año 1982, por decisión De Juan Pablo II.
Y el 14 de diciembre el estado de Nueva León inaugurará la tradicional Navidad Mexicana en los Museos Vaticanos.