Según los historiadores, uno de los utensilios más empleados en la gastronomía mexicana es el molcajete, el cual tiene una tradición que se remonta a más de cinco siglos; así que cada que te preparas una salsa o guacamole en este utensilio, mantienes viva esta práctica. Te has preguntado dónde se hacen los molcajetes. En Unotv.com te mostraremos tres pueblos donde se fabrican y cómo puedes llegar a ellos.
¿Dónde se hacen los molcajetes en México?
Los molcajetes, utensilios indispensables en la cocina mexicana, se fabrican principalmente en estos tres lugares: los hay de piedra dura, porosa y volcánica, lo cual les da cierto sabor mineral a las salsas o guisos preparados en ellos.
De acuerdo con los historiadores, los instrumentos de molienda (como el metate y el molcajete) aparecieron hace 7 mil o 5 mil años, por lo que se supone que tienen esa antigüedad, de acuerdo con una publicación de la SRE.
De igual manera, existen diferentes formas que van desde el tradicional con tres patas, hasta aquellos con figuras de animales como cochinitos, tortugas, toros, borregos, palomas e incluso algunos reptiles, y hasta los más arriesgados en forma de calavera. Sea como sea, los expertos recomiendan comprar los molcajetes en los siguientes lugares de México.
Cuna de los molcajetes, San Nicolás Obispo, Michoacán
Esta tenencia se encuentra a 8 kilómetros de Morelia; se le conoce como “la cuna del molcajete”, hace cuatro años aquí se elaboró una gran pieza, de 2 metros de diámetro y de 4 toneladas de peso.
La historia de la elaboración de los molcajetes en San Nicolás Obispo se remonta a varios cientos de años y está muy ligada a la vida de sus habitantes, quienes se dedican a fabricar molcajetes y metates de piedra volcánica, la cual extraen del Cerro del Águila.
Se le considera como el mayor productor de molcajetes y cuenta con un reconocimiento de marca colectiva por parte del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI). A fines de cada año realiza una feria la cual se suspendió por la pandemia.
Comonfort, en Guanajuato
Otro de los lugares reconocidos como punto donde se fabrican los molcajetes es el Pueblo Mágico de Comonfort, en Guanajuato, a 26 kilómetros de San Miguel de Allende. A este lugar se le conocía antiguamente como san Francisco de Chamacuero; ahora, debe su nombre en honor al expresidente Ignacio Comonfort.
Acá podrás encontrar molcajetes de diversas dimensiones, los cuales son elaborados completamente a mano por los artesanos. Se dice que cada pieza es única y también cuentan con reconocimiento de marca por parte del IMPI.
Los conocedores dicen que el material que se extrae de las minas para hacer estas piezas, les da un sabor peculiar que no lo tiene ningún otro; por ello, las salsas elaboradas en estos molcajetes resultan inimitables.
San Lucas Evangelista, en Jalisco
No podía faltar en esta lista, San Lucas Evangelista, cercano a Tlajomulco y a unos 40 kilómetros de la capital jalisciense. Aquí, sus pobladores se dedican desde hace varios años a elaborar metates y molcajetes de piedra.
La piedra con la que se fabrican estas piezas, indispensables de la gastronomía mexicana, se extrae de las minas que se hallan en las faldas del Cerro Viejo en Tlajomulco, la cual es volcánica y basáltica.
En San Lucas Evangelista existen decenas de talleres donde sus artesanos tallan los molcajetes de diferentes tamaños y formas. En 2015 se construyó un molcajete que, en su momento, se consideró el más grande del mundo.
También existen otros artesanos en el Estado de México: en San Pedro de los Metates, en Acambay y en San Andrés Cuexcontitlán; también existen lugares de Zacatecas y Puebla.
“Un molcajete es un mortero de piedra con tres patas cortas. Un muñón de piedra, conocido también como ‘texolotl’, ‘mano’ o ‘pilón’ sirve para machacar los ingredientes”.
Secretaría de Relaciones Exteriores