Llegó de “Un Mundo Raro” un 19 de enero y se fue “cerquita de Dios” un 23 de noviembre con sólo 47 años de edad, así vivió José Alfredo Jiménez, autor de canciones emblemáticas en el corazón de la cultura popular mexicana como “Ella”, “Paloma querida”, y el “Rey”, y quien hasta en su muerte fue “poético”, cómo acostumbraba en sus letras.
¿Anécdota sobre la muerte de José Alfredo Jiménez?
José Alfredo Jiménez murió en la Ciudad de México, el 23 de noviembre de 1973, a la edad de 47 años, a consecuencia de la cirrosis hepática que padecía desde hacía años, producto de innumerables juergas; sin embargo, cuentan que cuando los médicos dijeron al compositor que le quedaban dos meses de vida.
Llamó a su amiga más querida, Chavela Vargas, para “ponerse la última juerga”, historiadores de ambos cantantes escribieron que juntos, en unión del también compositor Tomás Méndez, estuvieron tres días con sus noches cantando y bebiendo en el Tenampa, el mítico bar de la Plaza Garibaldi, en la capital mexicana.
Cuentan que cuando Jiménez falleció, Chavela acudió a su velorio, y se desplomó cantando y llorando. Borracha les dijo a los presentes que el último destino de su amigo, sería su lindo Guanajuato.
Años después se cumplió su designio, los restos de José Alfredo Jiménez descansan en el cementerio de su pueblo natal, tal y como anticipó en su canción “Caminos de Guanajuato” y “Gracias”.
“Cómo muere mi pueblo”: Datos sobre el mausoleo de José Alfredo Jiménez en Guanajuato
La tumba de José Alfredo Jiménez se encuentra en el Panteón Municipal, el cual está ubicado a unos 15 minutos del centro de Dolores Hidalgo (“Allí es su pueblo adorado”). El Mausoleo de José Alfredo Jiménez es el único en el camposanto que está orientado al poniente, esto en honor a su canción “La Media Vuelta”, donde dice: “Y me iré con el Sol, cuando muera la tarde”.
Sin duda, el lugar donde están los retos del compositor es uno de los más visitados, ya que es todo un homenaje a su legado, pues se cree, posee propiedades mágicas a quien visita el mausoleo para aflorar la inspiración. Así que si eres cantautor, poeta, escritor, o compositor, es el sitio ideal para tratar de hallar el secreto que llevó a José Alfredo a ser quien era.
Datos raros y curiosos del mausoleo de José Alfredo Jiménez:
- “Qué suerte la mía”. Su diseño asemeja a un sombrero de mariachi y a un sarape muy coloridos. El encargado de diseñar la tumba de José Alfredo Jiménez fue el arquitecto Javier Senosian. El mausoleo fue construido en 1988, a 25 años de la muerte de José Alfredo.
- “La vida no vale nada”. Bajo el sombrero, destaca esta frase, parte de la letra de su canción “Caminos de Guanajuato”. Además, en el sarape se encuentran escritos el nombre de alrededor de 117 canciones que compuso José Alfredo Jiménez.
- “Tu recuerdo y yo”. En la parte superior del sombrero hay una cruz con 113 círculos, este número simboliza la habitación del hospital en la que murió el cantautor.
- “Paloma Querida”. El mausoleo se llama, formalmente, “Sarape y Sombrero”, elaborado con motivo del 25 aniversario luctuoso del cantautor. El colorido sarape simula la Sierra de Santa Rosa y fue hecho por el arquitecto mexicano Javier Senosiain, esposo de la hija del intérprete, Paloma Jiménez Gálvez. Es decir, su yerno le hizo la tumba.
- “Hijo del Pueblo”. El mausoleo está hecho con cerámica y loseta. Se creó por la cantidad de gente que viene a diario a admirar su belleza y visitar al ídolo del pueblo. Desde temprana hora presenta la afluencia de personas que vienen de todos lados y, por supuesto, brindan y toman una copa a su salud.
- “Amanecí otra vez”. El 22 de noviembre, para amanecer 23 de cada año, el mausoleo se transforma en la cantina más grande de la ciudad y quizá del mundo. Si eres bohemio y te gusta su música es la fecha ideal. Llegan grupos y mariachis de todos lados y se bebe mucho tequila mientras se cantan todas sus canciones hasta que salga el Sol.