Expertos revelan la posible causa de la “fatiga de Zoom”

| 16:35 | Alfredo Narváez | PLOS One
La "fatiga de Zoom" y su relación con la insatisfacción facial
La “fatiga de Zoom” y su relación con la insatisfacción facial | Foto: Getty Images

La fatiga por videoconferencia, también conocida como “fatiga de Zoom“, es la incomodidad especial a las reuniones por trabajo a distancia. Las razones de este fenómeno comienzan a dilucidarse y podría deberse a la insatisfacción con la apariencia personal de los usuarios, según un nuevo estudio publicado en la revista PLOS One.

“Los resultados de la encuesta revelaron que la insatisfacción con la apariencia facial se asocia con la fatiga de reuniones virtuales, lo que resulta en una menor intención de adoptar tecnologías de MV debido a la menor utilidad percibida de estas”.

PLOS One

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¿La “fatiga de Zoom” es una fatiga de uno mismo?

La “fatiga de Zoom” podría afectar a cualquier persona; sin embargo, las mujeres y “personas de color” reportan niveles más altos, de acuerdo con investigaciones anteriores, representando un obstáculo para la adopción de generalizada de reuniones virtuales.

Sin embargo, aún se sabe poco sobre la relación entre la fatiga de las videoconferencias y la insatisfacción con la apariencia facial, y sobre cómo esta fatiga afecta la adopción de las videoconferencias.

“A pesar del papel crucial de la fatiga de las videoconferencias en la configuración de las interacciones laborales y la inclusión digital en los entornos de trabajo virtuales emergentes, sus efectos en la adopción de las videoconferencias —y los mecanismos que vinculan las preocupaciones por la apariencia facial, la fatiga de las videoconferencias y su adopción— siguen sin explorarse”, dicen los autores del estudio.

El nuevo estudio presenta algunas limitaciones significativas, señalan los autores, como su incapacidad para revelar relaciones causales y el reclutamiento exclusivo de trabajadores estadounidenses para la encuesta.

Las investigaciones futuras deberían reclutar sujetos de contextos culturales más amplios, sugieren los investigadores, y estar diseñadas para investigar formas de ayudar a aliviar la fatiga causada por las videollamadas.

¿Cómo se hicieron las investigaciones al respecto?

Chaeyun Lim, de la Universidad Estatal de Michigan, junto con su equipo, investigaron las herramientas en software de videoconferencia que permiten a los usuarios ajustar su apariencia modificando la señal de video de sí mismos.

Los investigadores reclutaron a 2 mil 448 trabajadores estadounidenses de diversos campos profesionales que, al menos ocasionalmente, trabajan de forma remota y participan regularmente en reuniones virtuales de trabajo.

Una encuesta de 15 minutos documentó cómo se sentían los voluntarios sobre su apariencia facial, así como sus opiniones sobre el uso de retoques para mejorar el video o el uso de filtros de video o avatares.

Lim y su equipo descubrió que los sujetos que reportaron una mayor insatisfacción con la apariencia facial también experimentaron mayores niveles de fatiga con las videoconferencias.

Esto, a su vez, condujo a un mayor uso de las funciones de gestión de impresiones para modificar la apariencia del usuario, según los resultados del estudio publicado en PLOS One.

Esta insatisfacción podría haber sido previa al uso de videoconferencias

Los investigadores también determinaron que algunos sujetos podrían haber experimentado insatisfacción con su apariencia facial antes de desarrollar la llamada “fatiga de Zoom“.

No obstante, tal como señala el estudio, existen indicios de que mirarse fijamente en las pantallas puede alimentar dicha insatisfacción.

“El tiempo excesivo frente a la pantalla, la interacción con las redes sociales y la autopresentación selectiva mediante la modificación de fotos antes de publicarlas se han asociado desde hace tiempo con la insatisfacción con la apariencia”.

Investigadores del estudio

De la misma forma, el tiempo prolongado dedicado a las videoconferencias puede exacerbar las percepciones negativas de la autoimagen, así como la preocupación por la evaluación crítica.

¿Cómo afecta este fenómeno vinculado con la “fatiga de Zoom”?

La “fatiga de Zoom” causada por la insatisfacción con la apariencia facial también se asoció con percepciones negativas de las videoconferencias, al grado de considerarlas inútiles.

Esto influye directamente en las opiniones de los usuarios sobre la adopción de las videollamadas para reuniones de trabajo, de acuerdo con la investigación.

Desactivar el autovideo se ha propuesto como una solución eficaz, pero sigue siendo poco práctico para muchos usuarios, como aquellos que prefieren o se sienten obligados a supervisar su apariencia durante las reuniones.

“Además de perturbar las interacciones y la productividad en el trabajo, estas experiencias negativas pueden crear barreras psicológicas para la adopción de tecnologías de videovigilancia, lo que contribuye a la inequidad tecnológica en el entorno laboral”, escribe el equipo.

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