Pero, ¿por qué?
Fuente: UNAM
Cuando tenemos calor, el estado de ánimo se caldea, literalmente se calienta, y nos ponemos irritables
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Esto ocurre porque el calor hace que la temperatura y presión corporal aumenten y haya un cambio en las prioridades del cuerpo
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Por ejemplo, el cerebro se concentra en regular la temperatura y la presión corporal, pero se olvida de ser feliz…
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… es decir, deja para después la producción de serotonina, y entonces nos ponemos ¡irritables!
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Al tener altas la presión y la temperatura, pero baja la serotonina, ¡nos ponemos irritables e incluso violentos!
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Eso explica por qué las temporadas de calor están relacionadas con un aumento en los índices de violencia y agresividad
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