En plena mañana de este martes, 19 de septiembre, tres sismos han sido reportados en los estados de Oaxaca y Guerrero.
El 19 de septiembre, es un día que trae trágicos y dolorosos recuerdos para los mexicanos. Pues en 1985 y en 2017, dos fuertes temblores causaron estragos que acabaron con la vida de varios habitantes.
Es por ello, que los sismos de este día causan miedo en los ciudadanos. A través de su cuenta de X, el Servicio Sismológico Nacional (SSN), dio a conocer que los temblores fueron superiores a 4.0 de magnitud.
Afortunadamente, hasta el momento, las autoridades no han reportado afectaciones o personas lesionadas.
Sismo sacude Oaxaca
El SSN registró un temblor con epicentro a 38 kilómetros al sureste de la localidad de Crucecita, en el estado de Oaxaca, a las 4:01 horas.
El movimiento telúrico, registrado este 19 de septiembre, tuvo una magnitud de 4.0, así como una profundidad de 5 kilómetros.
Sismos sacuden Guerrero este 19 de septiembre
Autoridades mexicanas informaron este 19 de septiembre, sobre la presencia de dos sismos en Guerrero
El primero tuvo su epicentro a 57 kilómetros al suroeste de la localidad de Coyuca de Benítez, Guerrero, a las 9:01 horas.
El movimiento telúrico registró una magnitud de 4.4, así como una profundidad de 6 kilómetros, según información preliminar del SSN.
Posteriormente, se informó de un segundo sismo con epicentro a 58 kilómetros al suroeste de la misma localidad de Guerrero, a las 9:04 horas.
Este temblor quedó registrado con una magnitud de 4.1, así como una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con el SSN.
No se reportan daños por los sismos de esta mañana en Oaxaca y Guerrero.
¿Qué se recomienda hacer ante un sismo?
Ante una actividad sísmica de importancia, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y sólo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un temblor, revisa tu hogar en búsqueda de posibles daños, utiliza tu teléfono sólo en emergencia, no prendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante estar alerta.
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También puedes seguir las siguientes medidas antes de un sismo: prepara un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, encuentra las zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.
Durante un sismo guarda la calma y quédate en runa zona de seguridad, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un automóvil, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te encuentras en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
¿Por qué existe tanta actividad sísmica en México?
México experimenta miles de sismos y actividad volcánica a lo largo de los 365 días del año. Es uno de los países más propensos a sufrirlos en el planeta debido a su ubicación geográfica en la Zona de la Falla de San Andrés. Esta zona es un lugar donde las placas tectónicas de América del Norte y del Pacífico están en tensión y se frotan entre sí, causando una gran actividad sísmica. Como resultado, se producen sismos, temblores y erupciones volcánicas en todo el país.
Además, México también está formado por una geología compleja y diversa, con una múltiple cantidad de fallas y zonas sísmicas activas en todo el país. Los sismos son causados por la liberación de energía acumulada en dichas fallas y las fricciones de las placas tectónicas.
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En las últimas décadas, México ha sufrido temblores muy graves, como el de magnitud 8.1 en la Ciudad de México en 1985 y el sismo de magnitud 7.1 en la Ciudad de México en 2017, que causaron miles de muertes y daños masivos en la infraestructura. Sin ir más lejos, el más reciente fue el temblor de Michoacán, que se produjo el 19 de septiembre de 2022, con una magnitud de 7.6. La catástrofe supuso graves daños en los estados de Michoacán y Colima y un recuento total de 5 muertos y 41 heridos.
Por supuesto, el país se encuentra listo para intentar evitar daños materiales tanto como sea posible gracias a la existencia de instituciones, sistemas de alertas sísmicas y protocolos de actuación que se ponen en marcha en cada suceso. Sin embargo, es clave remarcar la importancia de la responsabilidad individual. La población ha de estar preparada y tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de lesiones y daños en caso de un terremoto de esta magnitud.