Usar teléfonos celulares, videojuegos, computadoras y televisiones y otros dispositivos electrónicos antes de dormir podría “robar” a las personas algunas horas de sueño reparador indispensables para vivir.
Si bien la tecnología facilita muchas cosas, la luz que producen puede desencadenar el Síndrome de Sueño Insuficiente, principal trastorno del dormir en la actualidad, aseguró Rafael Santana Miranda, médico responsable de la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Y es que, según Santana Miranda, la luz que emanan los dispositivos electrónicos es el principal factor que modifica el ciclo circadiano de las personas, ya que el cerebro se activa ante presencia de luz.
“Eso nos puede robar muchas horas. Es importante limitar la cantidad de luz”.
En el caso específico de los niños, el especialista recomendó suspender actividades con dispositivos electrónicos tres horas antes de dormir, y no usarlos en lactantes y niños en edad preescolar.
“Tenemos que estar expuestos a la oscuridad para que, de manera natural, se desencadenen una serie de eventos como la liberación de melatonina, que inducen al sueño y participan para que este sea reparador”, indicó
Además de los dispositivos electrónicos, ¿qué otras cosas provocan no dormir bien?
El estado de ánimo puede influir en los trastornos del sueño, sostuvo el experto, quien dijo que el estrés, la ansiedad y la depresión también pueden influir a la hora de dormir.
Santana Miranda quien enfatizó que no se puede tener un sueño normal sin alimentación sana y realizar actividad física.
También reveló que los desórdenes respiratorios al dormir son muy frecuentes y que el síntoma principal es el ronquido.
“Roncar no es un fenómeno normal, es un síntoma que afecta a quien lo padece y a quienes están cerca; genera somnolencia durante el día y es motivo frecuente de accidentes de tránsito y laborales”, enfatizó el investigador.
“Si hay ronquido y presencia de pausas respiratorias mientras estoy dormido y otros síntomas que se asocian, hay que buscar ayuda, porque hay tratamientos para controlar estos problemas”.
Aunado a esto, el encargado de la Clínica de la UNAM alertó que ante la COVID-19, existe una asociación con la apnea obstructiva del sueño, el trastorno respiratorio más común relacionado con el dormir, la cual hace que la respiración se detenga para luego hacerlo repetidamente mientras se duerme.
“Los ronquidos y pausas respiratorias llevan a enfermedades crónico degenerativas como diabetes, hipertensión, y se calcula que tienen 200 por ciento mayor riesgo de complicaciones cuando se asocian con el virus SARS-CoV-2”.
¿Dormir o dormir bien?
De acuerdo con el académico de la UNAM, la calidad del sueño es un componente de la condición de vida, “hay que darse tiempo para dormir con todo y las grandes exigencias de la vida moderna”.
“Si una persona tiene insomnio crónico por más de tres días a la semana o que durante tres meses tiene dificultades de este tipo, debe atenderse de inmediato en una institución especializada como la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, que cuenta con 24 años de experiencia en la materia”.
Santana Miranda también destacó la importancia que dormir bien tiene para la salud:
“No dormir las horas que debemos (de siete a ocho en adultos) va a desencadenar problemas relacionados con enfermedades crónico-degenerativas que nos afectan hoy en día: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer, entre otras”.
Además, mencionó que quien registra restricción de sueño compromete su sistema inmunológico y la generación de anticuerpos se ve expuesta.
“Está disminuida cuando no he dormido, independientemente de que tenga enfermedades o no. Por el contrario, dormir y descansar impactan favorablemente incluso procesos cognitivos como la memoria, atención y concentración, esenciales para nuestro crecimiento y desarrollo, así como funciones biológicas que son fundamentales para la vida”.
Por su parte, Ulises Jiménez Correa, también de la Clínica de Trastornos del Sueño de la UNAM, aseguró que dormir de manera interrumpida y estar somnoliento durante el día disminuye la calidad de vida; también altera el estado emocional, hay ansiedad y síntomas de depresión marcados.