La soledad es tan dañina como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física y la obesidad, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este estado de aislamiento también es considerado un “estresor”, ya que “es resultado de la percepción de carencias afectivas, reales o subjetivas, según María Montero y López Lena , docente de la Facultad de Psicología de la UNAM.
“Desde el punto de vista psicológico, la soledad tiene una faceta negativa, vinculada con el desequilibrio entre la cantidad de afecto que la persona requiere y la que cree recibir”.
María Montero y López Lena , docente de la Facultad de Psicología
“La falta de conexión social conlleva un riesgo equivalente, o incluso mayor, de muerte prematura asociada con otros factores de peligros más conocidos, como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la inactividad física, la obesidad o la contaminación del aire. La soledad también tiene un grave efecto en la salud física y mental: diversos estudios muestran su relación con la ansiedad y la depresión y cómo puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 30%.”
En contraste, también hay evidencia científica que vincula a la soledad con procesos más complejos como la creatividad. En consecuencia, se concibe como un fenómeno esencialmente subjetivo, el cual puede conducir a estados depresivos o bien de éxtasis asociados con el autoconocimiento”.
Lo más importante al abordar el tema de la soledad, afirmó López Lena, es comprender que ésta no necesariamente conduce a un estado depresivo y que incluso puede ser benéfica para quien ha aprendido a gestionar sus emociones.
La experta dijo que uno de los problemas principales para tratar la soledad es que ésta hace referencia a “un fenómeno absolutamente psicológico, que tiene un correlato físico pero que no es determinante para la experiencia solitaria. El correlato físico de la soledad es el aislamiento. Hay personas que están en aislamiento físico pero que no se sienten solas. Por ejemplo las monjas, o los trabajadores de plataformas marinas”.
¿Cómo identificar si la soledad está afectando la salud de una persona?
Una manera sencilla de identificar si la soledad nos está afectando, expuso María Montero y López Lena, “es monitorear nuestro sueño“.
“Cuando la depresión ya tiene un perfil más patológico, hay alteración de sueño y en la ingesta alimenticia –para más o para menos–, así como en el sistema inmunológico, el cual se ‘deprime’ y el individuo es presa de infecciones más recurrentes.”
María Montero y López Lena , docente de la Facultad de Psicología
“Pero cuando la gente pasa por periodos depresivos no identificados, sobre todo, hay una alteración de sueño incuestionable que contribuye al círculo vicioso: cuando te falta sueño, no hay suficientes hormonas que se liberan durante esa fase y te sientes peor”, destacó.
Y agregó: “Si identificamos que hay un problema, además de acudir con un especialista, debemos estrechar nuestros vínculos sociales”.
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¿Cómo se puede tratar la soledad?
Da cuerdo con María Montero y López Lena, es posible manejar los estados depresivos relacionados con la soledad si se echa mano de algunas enseñanzas orientales, en específico del zen, un concepto del budismo mahāyāna de China.
Los cinco pasos para conseguirlo, explica la especialista, son los siguientes:
- Ver el problema. “Lo primero es ver el problema (estoy solo); pero, ¿en realidad lo estás?
- Reconocerlo. Al reconocerlo, qué es lo que falta (pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo, tal vez metas personales)”, recalcó.
- Aceptación. “Si terminaste con tu pareja, admitir que es normal que te sientas solo”.
- Integrarlo. “Sigamos con el ejemplo de la separación: si es definitiva, lo integras a tu bagaje de vida, para poder decir ‘bueno, ya aprendí que esto no me convenía, o si me convenía, y voy a buscar una persona que responda a eso. Esa experiencia, positiva o no, dolorosa o no, la integras después de haberla identificado”.
- Amar esa experiencia. “No significa que a fuerzas vas a decir ‘ah, qué bueno que estoy solo’, es amar la experiencia a la manera que decía Gabriel García Márquez: no llores porque se fue, agradece que llegó”.
“La soledad es una buena maestra si sabes llevarla; como los buenos maestros, no tienes que estar siempre junto a ella, pero, si se presenta, es una oportunidad de aprender de esa experiencia solitaria”.
María Montero y López Lena , docente de la Facultad de Psicología
Un problema que va en aumento
En México, según la Secretaría de Salud, 3.6 millones de personas adultas padecen depresión, una cifra que el organismo gubernamental afirma creció después de la pandemia como sucedió en otros países. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el problema de soledad ha aumentado tanto que creó la Comisión de la OMS sobre Conexión Social.
La nueva oficina nace “con miras a hacer frente a la soledad como una amenaza apremiante para la salud, promover las relaciones sociales de manera prioritaria y acelerar la ampliación de soluciones en la materia en los países de cualquier tipo de ingreso”, aseguró la OMS.