Falta de aliento, respiración rápida y presión arterial baja son síntomas de una trombosis pulmonar, enfermedad por la que este lunes fue ingresado al área de urgencias el exfutbolista Tomás Boy. Pero, ¿qué es esta enfermedad y por qué ocurre?, aquí te lo decimos.
Trombosis pulmonar o embolia pulmonar, ¿qué es?
Una trombosis pulmonar, también llamada embolia pulmonar es un bloqueo súbito de una arteria pulmonar, lo cual puede ocurrir después de que un coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hacia los pulmones. Se trata de una afección potencialmente moral, especialmente si el coágulo es grande o si hay muchos de estos, señalan los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).
De acuerdo con los NIH, la embolia pulmonar puede causar:
- Daño permanente en los pulmones
- Bajos niveles de oxígeno en la sangre
- Lesiones en otros órganos del cuerpo por no recibir suficiente oxígeno
Sin embargo, la embolia pulmonar también puede conducir a la hipertensión pulmonar, una afección en la que la presión arterial en los pulmones y en el lado derecho del corazón es demasiado alta. Cuando hay obstrucciones en las arterias dentro de los pulmones, el corazón debe trabajar más duro empujar la sangre a través de esos vasos, lo que aumenta la presión arterial y termina debilitando el corazón.
En casos raros, se producen con frecuencia pequeñas embolias que se desarrollan con el tiempo y que dan lugar a una hipertensión pulmonar crónica, también conocida como hipertensión pulmonar tromboembólica crónica.
Síntomas
Los síntomas de la embolia pulmonar pueden variar mucho, en función de la cantidad de pulmón comprometida, el tamaño de los coágulos y de si se tiene una enfermedad pulmonar o cardíaca subyacente, indica la Clínica Mayo, también en los Estados Unidos, no obstante, entre los síntomas más comunes de una trombosis pulmonar se encuentran:
- Falta de aliento
- Respiración rápida
- Dolor o malestar de pecho que en general empeora al toser o respirar profundamente
- Aumento de la frecuencia cardíaca
- Toser sangre
- Presión arterial muy baja, mareos o desmayo
No obstante, los NIH aseguran que hay ocasiones en las que las personas con embolia pulmonar no muestran síntomas hasta que presentan complicaciones graves, como hipertensión pulmonar, es decir, presión arterial alta en las arterias de los pulmones.
¿Qué causa una trombosis pulmonar?
Si bien, la causa suele ser un coágulo de sangre que se desprende de las venas profundas de las piernas o, raramente, desde las venas de otras partes del cuerpo (trombosis venosa profunda) el cual viaja por el torrente sanguíneo a los pulmones, los expertos aseguran que, en casos raros, burbujas de aire, fragmentos de grasa o partes de un tumor pueden bloquear la arteria pulmonar y causar embolia pulmonar.
Aunque cualquier persona puede tener una embolia pulmonar, existen una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de sufrirla, tales como:
- Cirugías: Especialmente cirugía de reemplazo articular
- Afecciones médicas, incluyendo:
- Cánceres
- Enfermedades del corazón
- Enfermedades pulmonares
- Fractura de cadera o pierna o algún otro trauma
- Medicamentos hormonales: Como píldoras anticonceptivas o terapia de reemplazo hormonal
- Embarazo y parto: El riesgo es mayor unas seis semanas después del parto
- No moverse por mucho tiempo: Estar en reposo en cama, tener un yeso o tomar un vuelo largo en avión puede aumentar el riesgo
- Envejecimiento: Su riesgo aumenta a medida que envejece, especialmente después de los 40 años
- Historia familiar y genética: Ciertos cambios genéticos que pueden aumentar su riesgo de coágulos de sangre y embolia pulmonar
- Obesidad
¿Cómo prevenir la trombosis pulmonar?
Poner especial atención en los coágulos de las venas profundas de las piernas, trombosis venosa profunda, ayudará a prevenir la embolia pulmonar. Por esta razón, los especialistas sugieren adoptar medidas para prevenir los coágulos sanguíneos, como: utilización de anticoagulantes, uso de medias de compresión, elevar las piernas y tener activación física.
