Un reciente estudio realizado por investigadores de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian en Estados Unidos ha aportado datos que reafirman la seguridad de vacunar a las mujeres embarazadas contra el virus respiratorio sincitial (VRS) durante el final del embarazo.
Publicado en JAMA Network Open, el estudio concluye que la vacunación no está asociada con un mayor riesgo de parto prematuro ni con otros resultados adversos significativos.
Protección para los recién nacidos
El VRS es una amenaza considerable para los bebés, ya que puede causar enfermedades graves en las vías respiratorias inferiores. La vacuna Abrysvo de Pfizer, aprobada en agosto de 2023 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para mujeres embarazadas entre 32 y 36 semanas, ha sido clave para reducir estos riesgos.
Los ensayos clínicos ya habían demostrado su seguridad, y ahora los datos del mundo real proporcionan una capa adicional de confianza.
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El equipo de investigación, liderado por la doctora Moeun Son, profesora asociada de Obstetricia y Ginecología en Weill Cornell Medicine, y la doctora Heather Lipkind, directora de Medicina Clínica Materno-Fetal, evaluó a mil 26 mujeres vacunadas y mil 947 no vacunadas.
Los resultados no mostraron una diferencia estadísticamente significativa en las tasas de nacimientos prematuros entre ambos grupos, con un 5.9% de nacimientos prematuros en las vacunadas frente a un 6.7% en las no vacunadas.
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Además, el estudio analizó otros riesgos al nacer, como los mortinatos, el bajo peso para la edad gestacional, ingresos a la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), dificultad respiratoria, ictericia, niveles bajos de azúcar en sangre y sepsis. Los resultados fueron similares entre los dos grupos, lo que confirma la seguridad de la vacuna.
El estudio también reveló que el 35% de las mujeres embarazadas en los dos hospitales de Nueva York fueron vacunadas, casi el doble del promedio nacional del 18%. Sin embargo, se identificaron disparidades en las tasas de vacunación, siendo las mujeres negras, con seguro público y con menos visitas prenatales, las menos vacunadas.
La doctora Son y su equipo están comprometidos en abordar estas disparidades y aumentar la educación y el acceso a la vacuna.
Un hallazgo adicional del estudio fue un ligero aumento en el riesgo de hipertensión arterial durante el embarazo en las mujeres vacunadas, aunque se está investigando si este resultado es significativo o simplemente una coincidencia.