Una de las cosas más características de la época decembrinas son los arbolitos de Navidad. Sin embargo, aunque son muy bonitos, tienen un fuerte impacto en el medio ambiente, y en el caso de los árboles naturales, pueden causar una afección conocida como “Síndrome del árbol de Navidad”.
¿Qué es el síndrome del árbol de Navidad?
El síndrome del árbol de Navidad es una reacción alérgica que puede provocar sibilancias, estornudos, tos, dolor de ojos y ataques de asma potencialmente graves. Esta afección puede se causada por el polen y el moho que se acumulan en los arbolitos naturales o por lo ácaros del polvo en los adornos artificiales, indica el Consejo Nacional del Asma de Australia.
En el caso de los árboles naturales, los pequeños microorganismos que viven en estas coníferas comienzan a flotar dentro de la casa desatando alergias y reacciones.
De hecho, según un estudio realizado por la State University of New York, el 70% de los mohos que se encuentran en los árboles de Navidad desencadenan algún tipo de reacción alérgica.
En el caso de los árboles artificiales, el síndrome del árbol de Navidad se debe al polvo, ácaros y moho que acumula durante el tiempo que permanecen guardados.
Síntomas
De acuerdo con la organización estadounidense sin fines de lucro, AARP, los síntomas comunes del síndrome del árbol de Navidad son:
- Ataques de asma severos
- Fatiga
- Congestión nasal
Estos síntomas pueden comenzar a manifestarse inmediatamente, o hasta pasadas dos semanas después de haber instalado el árbol o las decoraciones navideñas naturales.
¿Cómo evitar el síndrome del árbol de Navidad?
La American Christmas Tree Association sugiere algunos consejos para minimizar el impacto de alérgenos provocados por los árboles naturales o artificiales. Algunos de ellos son:
Si el árbol es natural:
- Utilizar guantes y camisa de mangas largas cuando se manipule el árbol para que evitar irritaciones en la piel.
- Lavar el árbol con abundante agua antes de entrarlo a la casa, esto ayudará a eliminar la mayor cantidad de polen y moho. Después de lavarlo lo ideal sería dejarlo secar a la intemperie por algunos días para evitar que el moho se reproduzca.
- Evitar dejar el árbol de Navidad dentro de la casa por más de siete días.
Si el árbol es artificial:
- Guardarlo en un lugar seco y envolverlo bien para evitar que acumule polvo.
- Limpiarlo bien, con un paño húmedo, antes de adornarlo. Además de sacudir y limpiar bien los adornos.
- No abusar al rociarlo con el spray que simula nieve, estos aerosoles contienen químicos que pueden irritar los ojos, la nariz e incluso los pulmones.