Gracias a una innovadora técnica de imágenes pulmonares, científicos de la Universidad de Western lograron mostrar la causa de los síntomas prolongados de COVID-19, con lo cual se espera encontrar un tratamiento dirigido.
Debido a que muchos de los que experimentan lo que ahora se llama “COVID-19 prolongado” o “long COVID” informan que se sienten confusos, sin aliento, fatigados y limitados para hacer las cosas cotidianas, que a menudo duran semanas y meses después de la infección, los investigadores usaron una resonancia magnética funcional donde los pacientes inhalan gas xenón para demostrar que estos síntomas debilitantes están relacionados con anomalías microscópicas que afectan la forma en que se intercambia el oxígeno de los pulmones a los glóbulos rojos.
Al hacer que los participantes del estudio inhalen gas xenón polarizado mientras están dentro de la resonancia magnética, los investigadores ven en tiempo real la función de los 300-500 millones de diminutos sacos alveolares, que tienen aproximadamente 1/5 de mm de diámetro y son responsables de llevar oxígeno al sangre.
“Con nuestra técnica de resonancia magnética, podemos observar en tiempo real el movimiento del aire a través de la membrana alveolar y las células sanguíneas; y de hecho podemos ver la función de los diminutos sacos alveolares en los pulmones”, dijo la profesora de la Universidad Western, Grace Parraga.
Con el estudio, los especialistas lograron ver “que la transición del oxígeno a los glóbulos rojos estaba deprimida en estos pacientes sintomáticos que habían tenido COVID-19, en comparación con los voluntarios sanos”.
Otras tomografías computarizadas señalaron un “recorte anormal” del árbol vascular, lo que indica un impacto en los diminutos vasos sanguíneos que transportan glóbulos rojos a los alvéolos para que se oxigenen.
Además, los expertos lograron determinar que tampoco parece haber ninguna diferencia en la gravedad de esta anomalía entre los pacientes que habían sido hospitalizados con COVID-19 y los que se recuperaron sin hospitalización.
Este es un hallazgo importante ya que la última ola de infección por COVID-19 ha afectado a un gran número de personas que no necesitaban atención hospitalaria, indicó Parraga.
Para llevar a cabo este estudio que reveló las primeras imágenes de os síntomas del COVID prolongado los investigadores reclutaron pacientes con sospecha de COVID-19 prolongado de dos hospitales en London, Ontario: la Clínica de Atención Urgente de COVID-19 del Centro de Ciencias de la Salud de Londres (LHSC) y el programa de atención post-aguda de COVID-19 de St. Joseph’s Health Care London.
Los participantes fueron aquellos con dificultad para respirar persistente más de seis semanas después de la infección. Algunos participantes del estudio seguían sintomáticos después de 35 semanas.
Por su parte, el coautor del estudio, el doctor Michael Nicholson, es respirólogo del programa COVID-19 posagudo de St. Joseph dijo que los pacientes que describían estos síntomas también mostraban resultados normales en las pruebas clínicas de respiración.
“Estábamos buscando otras modalidades para observar su función pulmonar que no se encontraron a través de las pruebas clínicas tradicionales”, dijo Nicholson. “Los hallazgos nos permitieron mostrar que hubo un impacto fisiológico en sus pulmones que se correlacionó con sus síntomas”.
Además de ser la primera vez que se muestra una posible causa de estos síntomas prolongados de COVID-19, éste es el estudio de resonancia magnética más grande de pacientes con COVID prolongado que hasta ahora se ha realizado, y cuyos resultados fueron publicados en la revista especializada Radiology.
Ahora se está realizando un seguimiento de un año para comprender mejor estos resultados longitudinalmente.