El retinol es uno de los activos cosméticos de aplicación tópica más utilizado en la dermatología debido a sus propiedades en la mejora de la piel, indica la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sin embargo, la Unión Europea decidió regular su uso, ya que las altas concentraciones de retinol podrían derivar en importantes problemas de salud.
¿Qué es el retinol?
El retinol es una forma de vitamina A que se agrega a las cremas, lociones y sueros para la piel. Tiene efectos antienvejecimiento y puede ayudar a eliminar el acné. Los están ampliamente disponibles sin receta, y concentraciones más fuertes de retinoides están disponibles con receta médica, aseguran los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la UNAM, el retinol aumenta la producción de células de la piel, ayuda a destapar los poros, exfolia la piel y aumenta la producción de colágeno, lo que puede reducir la aparición de líneas finas y arrugas, dándole a la piel una apariencia más fresca y tersa.
La característica más importante de esta variante de la vitamina A es la ayuda que brinda a las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elasticidad, lo que provoca un efecto “antiedad”. Anteriormente también se usaba para combatir el acné, las arrugas, la celulitis y los poros abiertos.
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Para que el retinol brinde sus beneficios debe ser oxidado. Una vez que el retinol se oxida y se convierte en ácido retinoico, “este se une a receptores y se introduce al núcleo, donde busca genes que sean regulados. Entonces, el ácido retinoico va prendiendo y apagando diferentes genes y de esa manera modula la actividad de las diferentes células del sistema nervioso e inmune, pero también de los epitelios”.
Al ser un compuesto liposoluble, nuestro cuerpo se encarga de almacenarlo en el organismo, pero “esta acción puede resultar un tanto contraproducente porque, si hay un exceso, es problemática, y si hay una deficiencia, crea afectaciones, sobre todo en la visión. Pero, más allá de su aspecto negativo, el retinol colabora en la formación de pigmentos visuales y en la maduración del sistema nervioso e inmune”, indicó Riveros Rosas.
¿De dónde se obtiene el retinol?
Según el experto, las personas obtienen retinol de forma natural al consumir pescados, como arenques y salmón, hígado y vísceras de vaca, verduras como espinacas, camotes, zanahorias, brócoli y calabaza, frutas como melón, mango y chabacanos, productos lácteos como leche y queso y huevos.
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¿Por qué la Unión Europea decidió regular el uso el retinol en cosméticos?
El pasado mes de abril, la Unión Europea decidió regular el uso del retinol. Por ello, no permitirá la venta de productos con concentraciones superiores al 0.3% en productos faciales, o al 0.05% en productos corporales.
Con esta medida se busca controlar la producción exponencial de cosméticos con altas concentraciones que podrían derivar en importantes problemas de salud.
Y es que, debido a su propiedad rejuvenecedora, el retinol ha sido explotado en los productos cosméticos, con una capacidad de absorción en la piel que va del 5% al 10%. Sin embargo, diversas compañías han aumentado la cantidad de retinol en sus productos para incrementar su capacidad de absorción, sin tomar en cuenta que un exceso puede causar irritación, enrojecimiento y sensibilidad en la zona donde se aplicó.
Por tanto, la regulación que emitió la Unión Europea es una buena alternativa para evitar el exceso de este ingrediente y los problemas que puede provocar, dijo Riveros Rosas.
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Además de mostrarse a favor de la regulación, el experto de la Facultad de Medicina hizo un llamado para que se realicen más trabajos de investigación sobre el uso de vitaminas en los cosméticos, con el fin de determinar la cantidad en que dichos componentes no entrañan riesgos para la salud.
“Es necesario que nos pongamos a realizar trabajos donde analicemos el impacto que tienen ciertas vitaminas en los cosméticos. Por ejemplo, debido a sus efectos contra el envejecimiento prematuro, algunos productos integran la vitamina E en dosis muy altas, lo cual puede provocar a la larga un problema de salud. Entonces, hay que empezar a analizar este tipo de aspectos que no están documentados. Si nos pusiéramos a checar todos los cosméticos y sus componentes, quizá habría que limitar ciertas cantidades de estos por sus efectos secundarios”, concluyó.