Sandra Bullock es una de las actrices más populares y taquilleras de los últimos años, recientemente estrenó “The Lost City”, y ya había anunciado que se tomaría un descanso de la actuación, y ahora, durante una entrevista, explicó el motivo por qué lo hace.
La actriz ganadora de un Oscar le contó a The Hollywood Reporter que se alejará de la pantalla grande debido a que se encuentra muy cansada, agotada, padecimiento conocido como “burnout” o síndrome de desgaste profesional.
“No quiero estar en deuda con el horario de nadie más que el mío. Estoy tan “quemada”. Estoy tan cansada y no soy capaz de tomar decisiones saludables e inteligentes y lo sé”, aseguró.
¿Qué es “burnout”?
De acuerdo con la UNAM, el “burnout” es aquello que va más allá del simple agotamiento o estar exhausto, pues implica también una actitud hacia el trabajo desprovista de ánimo.
La palabra inglesa “burnout” podría traducirse como estar “quemado”, “consumido”, “tronado” o “reventado”.
Este término fue creado por el psicoanalista alemán Hebert Freudenberg en 1974. En 1990 figuró en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se realizó una nueva clasificación, que entró en vigor este 2022, citándosele como Síndrome de Desgaste Emocional Asociado al Estrés Crónico del Trabajo. Al asignársele la categoría de enfermedad, lo visibiliza y ayuda a darle un manejo eficiente.
El síndrome de “burnout” se caracteriza por agotamiento, despersonalización, cinismo y desmotivación e insatisfacción en el trabajo, que conllevan a un pobre desempeño laboral, lo anterior como consecuencia de factores de estrés prolongados tanto en la esfera emocional como en las relaciones interpersonales en el trabajo.
El síndrome se refiere exclusivamente a la actitud en el desempeño laboral y debe diferenciarse claramente de la depresión clínica que afecta otras esferas de la vida.
Características del síndrome de “burnout”
- Agotamiento emocional, fatiga y depresión
- Relación de los síntomas con la actividad laboral
- Predominancia de estos síntomas en los ámbitos mentales y conductuales sobre el cansancio físico
- Aparición de los síntomas en personas normales sin antecedentes “psicopatológicos”
- Ineficiencia y pobre desempeño en el trabajo
Algunos de los síntomas físicos son:
- Jaquecas
- Gastritis
- Aumento de la presión arterial y mayor incidencia de colon irritable
- Menor eficacia del sistema inmune
- Taquicardia
- Sudoración, emblor corporal, tics nerviosos
- Obesidad y sobrepeso
- Pérdida del cabello y aparición de la caspa
- Menstruación irregular
- Enfermedades cardiacas
- Presión de dientes y mandíbula (bruxismo)
- Manos y pies fríos, tensión muscular
- Diarrea o estreñimiento
- Insomnio
- Tartamudeo
- Alteraciones de la piel
Y algunos de los síntomas psicológicos son:
- Dificultad para concentrarse
- Aumento en los errores
- Menos capacidad de toma de decisiones
- Disminución de la memoria
- Ansiedad, preocupación en exceso, pensamiento catastrófico y lento
- Cambio en el estilo de vida
- Propensión a tener accidentes
- Inquietud, miedo o pánico, preocupación excesiva, irritabilidad
- Reducción del deseo sexual
- Disminución de la autoestima y constantes cambios de humor que, si no son tratados a tiempo, pueden ser causa de depresión y desestabilidad emocional.
Se presenta con mayor frecuencia en trabajadores que prestan servicios y en relaciones humanas con cargas excesivas de trabajo (médicos, enfermeras, trabajadores sociales, etc.).