Dulces, pero peligrosos para la salud: Profeco revela los refrescos con más azúcar

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló un estudio elaborado por la Revista del Consumidor, que da a conocer los refrescos que contienen más azúcar en envases de 600 mililitros y de 2 litros, que aunado a un consumo excesivo, pueden provocar obesidad y desencadenar enfermedades cardiovasculares.

¿Qué refrescos de 600 y 335 mililítros contienen más azúcar?

En el estudio de Profeco, donde se analizaron 22 productos adicionados con azúcares y edulcorantes
no calóricos, Dr. Pepper encabeza la lista de refrescos de 600 mililítros (ml) que contienen más azúcar, con 70.2 gramos (g) por envase, seguido por Red Cola con 57 g; Jumex, 52.2 g, y Orange Crush, con 51.6 g.

El límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 25 gramos de consumo de azúcar al día, pero hay otras marcas que también superan esta cantidad como Sangría Señorial en su presentación de 355 ml con 46.5 g; Mirinda, 31.8 g; Valle y Squirt, con 31.2 g.

Mientras que las marcas Pepsi y Coca-Cola, cuentan con un promedio de 26.6 g de azúcar en sus envases de 600 ml. En su presentación de 355 ml, también se encuentran en la lista Fresca, 19.5g; Fanta, 19.2 g; Delaware Punch, 18.5 g y Manzanita, 17.8 g.

En su presentación de 330 ml, se encuentran Schweppes, 16.8 g; Kas, 16.2 g, y San Benedetto Zero, con 4 g por envase.

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¿Qué refrescos de 2 litros contienen más azúcar?

Entre los refrescos con presentación de 2 litros que Profeco detectó que exceden de los 25 g recomendados de azúcar están Sidral Aga, con 200 g por envase; Jarritos, con 156 g, y Barrilitos, 86 g.

¿Por qué los refrescos con más azúcar pueden ser perjudiciales para la salud?

Profeco alertó que la ingesta de refrescos con alto contenido de azúcar pueden ser peligrosos para la salud, ya que aumentan el riesgo de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión, enfermedades cerebrovasculares y cáncer.

La dependencia federal recomienda revisar el aporte energético de cada producto, leer las etiquetas y hacer caso a las advertencias contenidas en los empaques o envases.

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