Panchito, un niño de 6 años de edad murió este jueves luego de tomar por error un vaso con bebida energética, en Matamoros, Tamaulipas. Pero, ¿por qué los niños no deben consumir este tipo de bebidas?, expertos lo explican.
Bebidas energéticas, ¿peligrosas para los niños?
Un informe clínico la American Academy of Pediatrics (AAP) citado por la organización Healthy Children señala que en la mayoría de los casos, los niños no necesitan este tipo de productos ya que pueden contener sustancias que pueden hacer daño a los menores.
“Algunos niños están consumiendo bebidas energéticas que contienen grandes cantidades de cafeína cuando lo que quieren es simplemente rehidratarse después del ejercicio. Esto significa que están ingiriendo grandes cantidades de cafeína y estimulantes que pueden ser peligrosos para ellos”, según Marcie Beth Schneider, MD, FAAP, miembro del Comité de Nutrición de la AAP y coautora del informe.
Según los expertos, en el caso específico de la cafeína, que es el estimulante más popular, ha sido ligada con varios efectos nocivos para la salud en los niños, tales como adversidades en el desarrollo de los sistemas neurológicos y cardiovasculares.
Si bien, la cafeína en sí no es mala y tiene efectos terapéuticos y se usa como fármaco, en los niños no aporta ningún beneficio a los menores y no hay ninguna cantidad diaria recomendada, indicó al diario español “El País”, Fernando Sánchez Perales, presidente de la Sociedad Pediátrica de Madrid y Castilla La Mancha.
“Más de la mitad de los menores de 18 años que han consumido en alguna ocasión una gran cantidad de estas bebidas experimentan síntomas como náuseas, vómitos, taquicardias, palpitaciones, nerviosismo”. Fernando Sánchez Perales, pediatra.
Fernando Sánchez Perales, pediatra
Consecuencias a la salud de los niños por consumir bebidas energéticas
Los expertos señalan que entre las consecuencias a la salud que los niños pueden experimentar al consumir bebidas energéticas están:
- Problemas cardiacos
- Arritmias
- Hipertensión arterial crónica
- Taquicardias y palpitaciones
- Alteraciones del sueño
- Irritabilidad
- Baja autoestima
- Psicosis
- Agresividad
- Tendencia a conductas de riesgo
- Muerte súbita
No obstante, estos son los únicos efectos, también se pueden presentar: caries, diabetes, sobrepeso y obesidad, dolores de pecho o diarreas.
Y el consumo habitual y prolongado puede ocasionar daños microvasculares que pueden derivar en una enfermedad renal crónica.
Bebidas energéticas vs bebidas deportivas
“Las bebidas deportivas y las bebidas energéticas son dos productos diferentes”, asegura Holly J. Benjamin, del Consejo para la Medicina del Deporte y el Estado Físico de la American Academy of Pediatrics (AAP), ya que las bebidas deportivas tienen como objetivo reemplazar el agua y los electrolitos que se eliminan a través del sudor durante el ejercicio.
De acuerdo con la especialista, las bebidas para deportistas suelen contener únicamente: carbohidratos, minerales, electrolitos y sabores. Sin embargo, debido a que contienen calorías extras que los niños no necesitan y que podrían contribuir a la obesidad y a las caries dentales, lo mejor es que no sean consumidas por los pequeños.
“Es mejor que los niños consuman agua durante y después del ejercicio y que consuman la cantidad recomendada de jugo y leche baja en calorías con las comidas. Las bebidas deportivas no se recomiendan como bebidas para tomar con las comidas”.
Por otro lado, las bebidas energéticas contienen sustancias que no tienen las bebidas deportivas y que actúan como estimulantes, tales como la cafeína, guaraná y taurina. Por lo que, según el estudio, las bebidas energéticas no son adecuadas para los niños ni para los adolescentes.