Un parásito creció en el ojo de una mujer durante dos años hasta que los médicos se lo extirparon, según retoma el portal Live Science. Tras este particular suceso, los científicos han tratado de descubrir cómo llegó al cuerpo de esta persona y, finalmente, han descubierto que el consumo de carne de cocodrilo podría ser la causa.
La mujer que vivió con un parásito en el ojo por dos años
Una mujer de 28 años, originaria de Basankusu en el Congo, presentaba una notable masa en el rabillo del ojo como único síntoma de una posible infección, según retoma Live Science con base en los médicos de la paciente.
Tras realizarle una serie de estudios, se definió que dicha presencia invasora podía moverse. Tras dicho hallazgo, los doctores decidieron extirparla quirúrjicamente. Se trataba de una larva pálida en forma de “C“.
Los especialistas enviaron la larva al laboratorio para realizar más análisis y los científicos descubrieron que pertenecía a una especie llamada Armillifer grandis.
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¿Qué es esta larva que puede alojarse en las personas?
Armillifer es un género de parásitos obligados perteneciente a la subclase Pentastomida que se describió por primera vez como causa de enfermedad humana en 1847, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de EU.
“La infección humana por Armillifer es rara y no ampliamente conocida”, dicen los expertos. Sin embargo, se sabe que estos parásitos se transmiten a los humanos al manipular o comer carne poco cocida de serpientes infectadas.
- Estos animales son los huéspedes definitivos, y también se puede transmitir por la ingesta oral de sus huevos o por tener un encuentro cercano con las serpientes, de acuerdo con la autoridad sanitaria de Estados Unidos.
El ciclo de vida del parásito inicia como huésped de una serpiente y ponen sus huevos en el tracto respiratorio de este reptil. Los huevecillos salen al ambiente por el hocico del animal. Un roedor lo adquiere antes de que otra serpiente lo devore.
¿Cuál sería el origen del parásito que vivió dos años en un ojo?
La mujer del Congo que tuvo este parásito por dos años aseguró que nunca consumió carne de serpiente. “Sin embargo, estaba acostumbrada a comer carne de cocodrilo“, escribieron sus médicos.
Aunque nunca se ha informado de un caso de Armillifer por comer carne de cocodrilo, los pentastómidos pueden infectar a estos depredadores. Por lo tanto, el consumo de esta carne podría ser el origen de dicha infección.
“Nunca se ha informado de ningún caso de infección ocular por Armillifer en personas que comen carne de cocodrilo, pero los pentastómidos pueden infectar a los cocodrilos (…) Esta carne también podría haber sido contaminada por carne de serpiente infectada en un puesto del mercado”.
Médicos de la mujer infectada (Live Science)
Este sería el primer caso de este tipo registrado en la literatura médica, según informaron los especialistas este jueves 11 de abril en la revista científica JAMA Ophthalmology.
¿Cuáles son los síntomas de esta rara infección?
En los raros casos en humanos, los parásitos suelen invadir los órganos internos y los tejidos que los rodean. Estas infecciones frecuentemente no causan síntomas y, por lo tanto, es posible que no se contabilicen, según los expertos.
A menudo se detectan cuando una persona se somete a una cirugía por otra razón. Sin embargo, en ocasiones estas infecciones pueden provocar la perforación de órganos, reacciones inmunitarias extremas y la muerte.
Las infecciones oculares son una manifestación poco común de la enfermedad, pero son algo más fáciles de detectar porque pueden causar síntomas de:
- Enrojecimiento
- Dolor
- Cambios en la visión
Fuente: Live Science
El tratamiento de la infección implica una extirpación quirúrgica. Si los médicos matan las larvas con antiparasitarios, los cadáveres de las larvas pueden desencadenar una respuesta inmune peligrosa en el cuerpo, escribieron los expertos.
Las formas de prevenir la infección incluyen seguir medidas de higiene, como usar guantes y lavarse las manos cuando esté en contacto con reptiles, además de evitar comer carne de reptil poco cocida.
“Los oftalmólogos deberían considerar el diagnóstico en pacientes procedentes de países endémicos“, donde se sabe que se produce esta rara enfermedad, escribieron los médicos, remata el estudio de JAMA.