¿Tienes pequeños crecimientos de piel blandos de color café o amarillo en el cuello, axilas o en algún pliegue del cuerpo o conoces a alguien que las tiene?, entonces esto te interesa porque, según especialistas de la UNAM, estas protuberancias no son verrugas, pero sí son tumores llamados acrocordones que pueden ser signo de algunas enfermedades, como la diabetes.
¿Qué son los acrocordones y qué enfermedades esconden?
De acuerdo con la dermatoncóloga Rosa María Ponce de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los acrocordones son de los tumores benignos más comunes. No son contagiosos como las verrugas virales ni su etiología es por bajas defensas, baja vitamínica o contagio en sitios húmedos.
Un acrocordón, explicó la doctora Ponce, es la misma piel plegada y corrugada. Vista al microscopio, la epidermis está engrosada. La llamamos acantosis y es una proliferación de la epidermis, así como un crecimiento en la dermis papilar. Unos pueden tener más tejido fibroso (fibromas); otros, más tejido de lípidos (lipofibromas); y un tercer tipo, más vasos sanguíneos (angiofibromas). Todos son benignos.
Los acrocordones pueden ser un marcador de diabetes. Según la experta “si en una persona hay una aparición brusca y descomunal de fibromas blandos en las axilas, en el cuello o el estómago, acompañada de una acantosis nigricans, es decir, ennegrecimiento de la piel en esas áreas, puede ser un marcador de diabetes, pero también de una neoplasia o tumor interno”.
“Si en pocos meses a alguien le aparecen muchos fibromas, entonces puede que éstos sean paraneoplasias, que pueden ser indicador de enfermedades adyacentes o un marcador previo de una neoplasia dormida”, agregó.
Además de fibromas, en algunas enfermedades cutáneas genéticas se puede presentar carcinoma basocelular, que es muy raro.
¿Por qué aparecen los acrocordones?
Este tipo de papiloma cutáneo dice la experta, crece por proteínas llamadas factor de crecimiento epidérmico, factor de crecimiento parecido a la insulina y péptido transformador del crecimiento transformante beta, entre otras.
Durante el embarazo, estas proteínas condicionan el crecimiento de los tejidos y también la aparición de los fibromas blandos, pero cuando la mujer recupera su peso habitual, pueden disminuir un poco estos tumores.
Ponce señala que es importante entender que los acrocordones no son verrugas porque su origen no es una infección viral y también suelen ser conocidos como fibromas blandos o papiloma cutáneo; aunque aclara que no son originados por el virus de papiloma humano.
Las zonas donde crecen son el cuello, las axilas, la ingle y la cara, especialmente en los párpados. Son color amarillento o “hiperpigmentado café”, y suelen dar un aspecto de “suciedad, de mal cuidado”.
Generalmente aparecen a partir de los 30 años, por igual en hombres y en mujeres. Sin embargo, asegura que cada vez se presentan más en menores de edad.
Factores de riego
Los factores de riesgo para que aparezcan estas protuberancias en la piel, tanto para adolescentes como para adultos, son:
- Sobrepeso
- Obesidad
- Resistencia a la insulina
- Diabetes diagnosticada
Sin embargo, la académica de la UNAM destacó que los acrocordones son una neoplasia benigna hereditaria, por lo que, si los padres la padecieron, es probable que a algunos hijos también les salgan fibromas blandos.
No se sabe qué porcentaje de la población padece acrocordones, pero, según la experiencia de la doctora Ponce, de 100 pacientes que acuden a consulta dermatológica, 10 asisten por cirugía dermatológica, siendo los fibromas “el principal motivo de consulta”, seguidos de la queratosis seborreica, los lunares y el angioma cereza, que es un bulto rojo brillante en la piel, causado por la proliferación benigna de los vasos sanguíneos que aumenta con la edad.