La nomofobia es el nombre que recibe el miedo irracional a estar sin teléfono celular. Sin embargo, no se trata de una enfermedad, sino de un concepto que se popularizó rápidamente para denominar la ansiedad que experimentaban los usuarios de teléfonos celulares cuando no tenían acceso a ellos, indicó Ricardo Trujillo, de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Nomofobia, ¿qué es?
El término nomofobia es un neologismo en español que surgió de la frase en inglés “no mobile phone phobia” o la “fobia a no tener celular”. El término fue acuñado después de que se dieron a conocer los resultados de una encuesta, no estudio científico, que la oficina postal del Reino Unido encargó a YouGob sobre la ansiedad que experimentaban los usuarios de teléfonos celulares.
Según el sondeo, casi 53% de los usuarios suele estar ansioso cuando pierde su celular, cuando no hay redes, cuando se queda sin batería o sin crédito. De estos, 58% de los hombres y 47% de las mujeres experimentaron “fobia” por estar sin celular; además, 9% se sintió estresado cuando su celular estaba apagado.
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De las dos mil 163 personas encuestadas, 55% contestó que la razón principal de su ansiedad fue que no pudieran utilizar su celular para estar en comunicación con amigos y familiares.
Sin embargo, el académico de la UNAM aseguró que, “los resultados de esa encuesta no son confiables, puesto que no consideraron los criterios clínicos o psicológicos para caracterizar como fobia a cierto malestar”.
¿Por qué la nomofobia no es una enfermedad?
De acuerdo con el especialista , el impacto que tuvo la encuesta la llevó a ser conocida en todo el mundo y a que se comenzara a hablar de la nomofobia como una “nueva patología”. Incluso, Trujillo asegura que “poco después se pensó incluirla en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desórdenes Mentales-V (DSM-V, por sus siglas en inglés), de la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos”.
No obstante, hasta ahora no hay un solo trabajo científico que establezca que la nomofobia es una patología psicológica o psiquiátrica.
“Parece que los científicos caímos en la trampa, como si estuviéramos hablando de una fobia verdadera”.
Ricardo Trujillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM
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Uno de los motivos por los que se consideró un padecimiento clínico, es que, durante la encuesta algunos de los participantes respondieron que “tenían fobia a no usar su teléfono”.
Pero, el especialista de la UNAM, señala que en este caso en específico la palabra “fobia” está mal aplicada, ya que, según Trujillo, miedo y fobia, no son lo mismo y explica por qué:
“Ver a una persona con una fobia verdadera es algo muy angustiante porque experimenta una sensación cercana a la muerte”.
La polémica de la nomofobia
De acuerdo con Trujillo, un motivo por el cual autoridades como la Asociación Psiquiátrica Americana (APA) consideró incluirla en el Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desórdenes Mentales-V es porque “hay intereses con empresas farmacéuticas”.
“Al aumentar el número de categorías en el DSM-V, el libro que los psiquiatras utilizan para describir los desórdenes mentales, ahora se tiene cancha libre para diagnosticar ansiolíticos por cualquier cosa. Se está incluyendo la nomofobia en el DSM-V porque hay presiones de las empresas farmacéuticas para vender medicamentos”.
Ricardo Trujillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM
Muestra de ello, según el experto, es que, Allen Frances, quien fue jefe del grupo que editó el DSM-IV, renunció e inició un blog, psychology today, en el que hizo una denuncia porque consideró que están incluyendo categorías sin ninguna evidencia científica ni teórica, simplemente porque dicen que a la gente le está pasando lo de la nomofobia”.
“Allen Frances lo dice claramente en su blog: los del DSM-V dieron carta de validez a la nomofobia como si tratara de una patología, pero muchos psiquiatras y psicólogos y profesionales de la salud están contra la APA por este tipo de decisiones porque lo que se está haciendo ahí no cuenta con ninguna evidencia, no hay ningún trabajo o un protocolo de investigación en el que se establezca que la nomofobia es una patología”.
Ricardo Trujillo, de la Facultad de Psicología de la UNAM