Mexicanos suben de 3 a 5 kilos en vacaciones: UNAM da recomendaciones

Durante las vacaciones, las personas suelen subir de tres a cinco kilos de peso, alertó el académico del posgrado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Sergio Alberto Mendoza Álvarez.

Según el especialista, esto se debe principalmente al descontrol en la dieta y al mayor consumo de alimentos ricos en grasas y carbohidratos.

“En esta temporada aumenta el consumo de carbohidratos como pan, tortilla, harinas, pastas, licuados, agua de fruta, jugos, cerveza y demás bebidas alcohólicas altas en calorías. Asimismo, se comen papas, postres, tacos y alimentos fritos, capeados, ahumados y rostizados”, refirió el especialista en Medicina Interna de la UNAM.

Muestra de ello, es que luego de los periodos de descanso, indicó el universitario, es frecuente que lleguen al consultorio pacientes que normalmente controlan su glucosa en niveles de 100 a 120, con parámetros de 180 o 200.

“Muchas veces se piensa que por el consumo de carbohidratos o grasas solamente sube la glucosa, pero también se incrementa el colesterol o los triglicéridos, pues el cuerpo ya no digiere, no metaboliza los carbohidratos y empiezan a acumularlos en forma de triglicéridos”.

“Es evidente el cambio en los hábitos alimenticios de jóvenes, adultos y adultos mayores porque se presentan ambientes obesogénicos, es decir, aquellos en donde se promueven la obesidad o malos hábitos alimenticios. Suele suceder que en un grupo social si alguien intenta tener mejor control de su alimentación, en ocasiones se deja llevar por las situaciones en las que se encuentra”, agregó.

Sin embargo, el aumento de peso en vacaciones no es todo, ya que las personas también suelen tener incrementos en sus niveles de colesterol y ácido úrico, aseguró Mendoza Álvarez.

Para determinar el impacto de las vacaciones en el peso de las personas, los especialistas usan como parámetro los niveles de hemoglobina glicosilada “que se ve alterada, pues las vacaciones de verano, con esta prueba se mide el nivel promedio de glucosa o azúcar en la sangre durante los últimos tres meses”.

“El otro factor es la hiperuricemia, que es la elevación del ácido úrico en la sangre, también por el alto consumo de carne”, dijo el experto. “La gente está acostumbrada a que en las vacaciones hace carne asada en el jardín, sale con los amigos y la familia, comen la cecina con alto contenido de sodio, la arrachera, entre otras”, agregó.

De acuerdo con Mendoza Álvarez, durante vacaciones también se debe promover que los adolescentes realicen actividades físicas, preferentemente 45 minutos al día, tales como: caminar, correr, jugar fútbol, básquetbol, por ejemplo; y acudir al pediatra para una evaluación de peso y talla, revisar si esta corresponde a lo esperado para su edad. Pero, en general, las personas deben tener una dieta balanceada siempre, no sólo en vacaciones, sugirió.

“La recomendación es la prevención: comer verduras al vapor, zanahoria, pepino, jícama, en lugar de botanas como papas. En cuanto a bebidas alcohólicas, pueden ingerir dos copas diarias, pero si se exceden, la cantidad de calorías ocasiona que los triglicéridos se incrementen”.

No obstante, el académico destacó que realizar ejercicio después de consumir alimentos altos en grasa, no propicia que se queme el 100% de calorías; ya que “una persona que se come una hamburguesa necesita unos cinco días o hasta una semana para poder perderlas”, remarcó.

¿Por qué cuidar el peso y la salud en vacaciones?

El especialista destacó que en México las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, esto incluyen afecciones como la diabetes, hipertensión, insuficiencia renal crónica, razón por la cual es importante que la población conozca sus riesgos y, sobre todo, tener buenos hábitos alimenticios.

Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud considera que México es un país mayormente mal nutrido y ocupa el primer lugar en obesidad infantil. Las dietas deficientes provocan malnutrición en la primera infancia: 44% de los niños de seis a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras y 59% no come huevos, leche, pescado ni carne.

La importancia de una buena alimentación

Cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020, presentadas por la U NAM, revelaron que en nuestro país 24% de las niñas y niños menores de ocho años tiene sobrepeso, y 26% de los menores de nueve presenta obesidad.

Ante este escenario el experto universitario propuso que se eduque en el hogar y las escuelas para tener buena alimentación, a fin de contrarrestar el “bombardeo” que hay sobre comida chatarra en los medios de comunicación y redes sociales.

“Así como se les enseña a respetar el medio ambiente y tienen educación cívica, que tengan educación para su sana alimentación, pues la obesidad infantil es un problema de salud pública”.

Además, se debe acabar con mitos como que los infantes pueden y deben alimentarse de todo. “Eso es falso, se les tiene que enseñar a comer y formar hábitos”, ya que según indicó “un menor obeso puede mantenerse así en su adolescencia y juventud, lo cual lo predispone a sufrir diabetes e hipertensión”.

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