Los abrazos son tan necesarios como dormir, comer e hidratarse. De hecho, Alicia Castillo Martínez, profesora de Neuroanatomía Funcional de la Facultad de Medicina de la UNAM asegura que “abrazarse es vida”, ya que, los seres humanos sin contacto afectivo tienen un riesgo más alto no sólo de padecer afecciones sino incluso de morir. Estos son algunos de los beneficios de abrazar a la salud.
Beneficios de los abrazos a la salud
El contacto físico como los abrazos están presentes en el ser humano desde que es neonato, incluso, el líquido amniótico es una forma de contacto con el feto. De ahí que, el abrazo sea fundamental para el desarrollo biológico, psicológico y social de todas las personas, indica la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por ello, no es raro que diversos estudios hayan demostrado que los abrazos ofrecen muchos beneficios a la salud, como son:
- Salud mental
El abrazo del otro ayuda a estabilizarse emocional y mentalmente, a reducir la preocupación y el miedo para activarse en la resolución de problemas. Incluso, puede ser un elemento que apoye nuestra creatividad, indica la especialista de la máxima casa de estudios.
En los niños, un abrazo es un mensaje de aceptación, afecto y reconocimiento, vital para que se construya física, emocional y cognitivamente. Y en los adultos, los abrazos de pareja activan el sistema de recompensa que libera dopamina, estimulando neurológicamente tres partes: la afectiva, la del deseo y la de la atracción.
Por su parte, Cliki Salud de la Fundación Carlos Slim sostiene que los abrazos también estimulan la autoestima, fortalecen los vínculos y provocan felicidad.
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- Memoria
En niños retirados tempranamente de la mamá o con un contacto limitado con ella, la falta de abrazos afecta la expresión de genes muy importantes, lo cual trae como consecuencia alteraciones en todas las “rutas de crecimiento”.
No ser lo suficientemente abrazado, afecta la síntesis de “los factores de crecimiento”, enzimas que si faltan se alteran muchas rutas metabólicas causando, por ejemplo, “fallas en la memoria”.
De hecho, en niños de escasos recursos, con condiciones de crecimiento muy limitadas, “hay una diferencia en su capacidad de retención”, en comparación con niños que han estado en mayor contacto con su madre, aseguró la especialista.
En el caso de los pequeños que reciben pocos abrazos, de adultos estos también presentan hiperactividad motora, es decir, les cuesta trabajo controlar sus propios movimientos. Y es que, aunque no altera demasiado la funcionalidad, esta condición es visible y se exacerba bajo estrés.
- Regeneración de células
El contacto afectivo, ya sea de familiares, amigos o de la persona amada, indirectamente apoya o facilita la regeneración de las células.
Un tipo de célula que se ve afectada si no se recibe suficiente afecto son las neuronas. De acuerdo con Cliki Salud expertos de la Universidad de Duke en Estados Unidos demostraron que “las personas necesitan recibir abrazos y caricias desde que nacen”, debido a que juegan un papel importante en el desarrollo de las neuronas”.
“Para que las neuronas no mueran, es importante estimularlas desde que empezamos a vivir y una forma de hacerlo es mediante los abrazos y caricias”, indican.
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- Salud cardiaca y respiratoria
Un estudio publicado en la revista especializada SAGE Journals reveló que los abrazos pueden ayudar a reducir el aumento de riesgo de infectarse de gripa común o aminorar los síntomas de la enfermedad. Afirmando que abrazar puede transmitir efectivamente apoyo social.
Mientras que los resultados de una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos demostraron que el contacto entre dos personas está relacionado con un mejor funcionamiento cardiaco.
- Calma el dolor
Otro beneficio de abrazar es que se liberan endorfinas y hay una mejor circulación sanguínea lo que provoca que se reduzca la tensión y se puedan aliviar dolores o molestias musculares, asegura un estudio publicado en la revista especializada Holistic Nursing Practice.
Daños a la salud por no tener contacto físico
La académica asegura que una persona que no fue suficientemente abrazada de pequeña sufre alteraciones a nivel neurofisiológico, es decir en los sistemas dopaminérgicos, incluido el de recompensa. Esto puede causar un mal funcionamiento afectivo y psicosocial, lo que le impide “generar vínculos sanos” en la vida adulta.
Además, la falta de este contacto afectivo causa alteraciones metabólicas y del comportamiento.