Los amigos son fundamentales para encontrar la felicidad, según un experto de Harvard, por lo que es indispensable saber identificar a los niveles de amistades según su nivel de apego. En Unotv.com te explicamos los tres tipos de amigos que se necesitan para ser feliz.
Los tres tipos de amigos que debes tener en tu vida
Décadas de investigación han demostrado que “es casi imposible ser feliz sin amigos“, según dice Arthur C. Brooks, profesor de Práctica del Liderazgo Público en la Harvard Kennedy School, para la revista The Atlantic.
“La amistad representa casi el 60% de la diferencia de felicidad entre individuos. Muchos estudios han demostrado que uno de los grandes indicadores de bienestar en la mediana edad, y más allá, es la capacidad de recitar los nombres de algunos amigos cercanos”.
Arthur C. Brooks, profesor de Harvard.
En este sentido, señala que no es necesario tener decenas de amigos para ser feliz. Sin embargo, existen tres tipos de amigos en un balance parecido a una escalera, cuyo nivel de vínculo personal y afectivo sube en cada estalón. Éstos son:
1. Amistades convenientes
Las amistades convenientes son el primer peldaño en los tipos de amigos, es decir, son aquellas en las que los vínculos emocionales son más débiles y los beneficios de felicidad son menores”, según Arthur C. Brooks.
Estos vínculos se basan en la utilidad mutua en el trabajo o en la vida social. “Se trata de colegas, socios de una transacción o simplemente aquellos que puedan hacerse favores mutuamente”, por lo que generalmente no brindan alegría ni consuelo duraderos.
2. Amistades basadas en el placer
El segundo escalón de los tipos de amigos necesarios para ser feliz corresponde a las amistades basadas en el placer. Se trata de personas que tienen algo que gusta o provoca admiración.
Este tipo de relaciones afectivas suceden entre personas que reconocen cualidades mutuamente, tales como la inteligencia o el sentido del humor, de acuerdo con el profesor de Harvard.
3. Amistades “perfectas”
En el peldaño más alto de los tipos de amigos están las amistades virtuosas, también conocidas como “reales” o “perfectas“. Estas personas se buscan por sí mismas y no son instrumentales, sino que se persiguen por sí mismos y se realizan plenamente en el presente.
“Quizás no puedas expresarlo con palabras, pero probablemente sepas cómo se sientan estas amistades ‘perfectas’. A menudo presentan un amor compartido por algo externo, ya sea trascendental (como la religión) o simplemente divertido (como el béisbol), pero no dependen del trabajo, del dinero ni la ambición. Éstas son las amistades íntimas que nos dan satisfacción”.
Arthur C. Brooks, profesor de Harvard.
Cabe destacar que estos niveles y tipos de amigos “no son excluyentes entre sí”, sino que también se puede compartir viajes de trabajo con amigos inquebrantables. La cuestión es la clasificación según su función principal diferenciando, principalmente, a las amistades convenientes de las perfectas, aunque todas son necesarias.
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¿Cómo encontrar un equilibrio en nuestros tipos de amigos?
La jornada laboral en México es de 48 horas semanales, por lo que los mexicanos suelen reemplazar a las amistades “perfectas” por las convenientes, aquellas que están vinculadas con el trabajo o la actividad profesional.
Por esta razón, el profesor de Harvard ofrece tres pasos para encontrar un equilibrio en los tipos de amigos en la vida de una persona. Estos son:
- Hacer un “chequeo de amistad”: Preguntarse cuántas personas se darían cuenta de un mal momento y enumerar a las personas con las que se sienta cómodo hablando de detalles personales, buscando que sean entre dos o tres.
- Profundizar en las relaciones sociales: Tratar de cultivar amistades “reales”, lo cual puede ser más difícil en hombres que en mujeres. Esto se debe basar en conversaciones profundas con temas de amor, felicidad y espiritualidad.
- Hacer amigos que no necesitas: Buscar relaciones que no sean peldaños para un interés mayor, sino entablar amistades con personas que no ofrezcan nada laboral o educativo, sino que se preocupen y brinden buena compañía.
La necesidad de amistades convenientes, por la importancia de las relaciones laborales, ha hecho que las personas “pierdan de vista las más básicas necesidades humanas: conocer profundamente a los demás y ser conocido profundamente por ellos”, remata Arthur C. Brooks, quien prioriza tener a al menos uno o dos amigos reales.
