¿La posición para dormir influye en el riesgo de desarrollar Alzheimer?

| 15:57 | Alfredo Narváez | Uno TV
Posición Para Dormir Influye En El Riesgo De Desarrollar Alzheimer
El sueño tiene gran impacto en la función cerebral. Foto: Shutterstock

El sueño es un proceso muy importante para la salud, por eso el doctor Daniel San Juan Orta explicó cuál  es el impacto del sueño en la función cerebral y el posible vínculo entre la postura al dormir y el desarrollo de alzheimer.

El neurólogo Daniel San Juan Orta explicó que el sueño es fundamental para la salud, representando un tercio de nuestras vidas. Sin embargo, más allá de su papel en el descanso, investigaciones recientes sugieren que la posición en la que dormimos podría influir en la salud cognitiva, lo que ha generado inquietud sobre su relación con enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer. 

El impacto del sueño en la salud cerebral

El Dr. San Juan comenzó explicando que la importancia del sueño va mucho más allá de simplemente descansar.

“Pasamos el 30% de nuestras vidas dormidos, lo que significa que debemos prestar atención a la calidad del sueño y las condiciones en las que dormimos”, explicó Daniel San Juan Orta.

“Privarse del sueño equivale a estar en un estado alcohólico leve, donde las funciones mentales decaen sustancialmente. Después de 20 horas despierto, nuestras capacidades cognitivas se ven comprometidas”.

Daniel San Juan Orta

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En este sentido, San Juan enfatizó la importancia de dormir las horas adecuadas para nuestra edad. “Los adultos mayores suelen dormir menos horas que los jóvenes, y esto puede tener un impacto en su función cerebral”, mencionó. 

Además, condiciones como la apnea obstructiva del sueño, que interrumpe la respiración durante la noche, pueden aumentar el riesgo de desarrollar problemas cognitivos.

¿Influye la posición al dormir en el Alzheimer?

Respecto a la postura al dormir y su posible relación con el Alzheimer, el Dr. San Juan fue cauteloso al señalar que, aunque la posición para dormir podría influir en la calidad del sueño, no hay evidencia concluyente que la relacione directamente con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. 

Sin embargo, explicó que ciertas posturas podrían agravar problemas como la apnea obstructiva del sueño, lo cual sí puede deteriorar las funciones mentales a largo plazo.

“La apnea del sueño reduce el oxígeno que llega al cerebro, el órgano que más lo consume. Si el cerebro se ve privado de oxígeno de forma repetida, se estresan las funciones mentales y se puede llegar a desarrollar hipertensión y otras complicaciones”.

Daniel San Juan Orta

Además, el Dr. San Juan mencionó que la obesidad o ciertas posturas, como dormir boca abajo, podrían empeorar la apnea, afectando la calidad del sueño y, por ende, la salud cerebral.

Factores de riesgo y expectativas de vida

En cuanto a los factores de riesgo, el Dr. San Juan subrayó que la edad es uno de los principales. “El Alzheimer afecta más comúnmente a personas mayores de 65 años, pero hay casos raros de aparición temprana, en personas de 30 a 50 años”, comentó. 

Además, señaló que las personas con síndrome de Down tienen un riesgo mayor de desarrollar alzheimer debido a las similitudes en el deterioro cerebral que ocurre en ambas condiciones.

Sobre la esperanza de vida, el Dr. San Juan explicó que depende del momento en que se detecte la enfermedad. “Si los síntomas comienzan a los 70 años, la expectativa de vida puede variar entre tres y ocho años”, mencionó. Sin embargo, en casos de Alzheimer de aparición temprana, el deterioro puede ser más rápido, llevando a los pacientes a un estado de dependencia total.

El diagnóstico del alzheimer: un proceso complejo

Más allá de las especulaciones sobre las causas de la enfermedad, el Dr. San Juan destacó que lo esencial es realizar un diagnóstico adecuado. “Cuando un paciente tiene quejas sobre fallos de memoria u otras funciones cognitivas, el primer paso es una evaluación clínica convencional”, explicó. 

Dicha evaluación puede ser llevada a cabo por neurólogos, geriatras o psiquiatras, y debe incluir estudios de sangre y de imagen, como electroencefalogramas, tomografías o resonancias, para descartar otras causas, como depresión o enfermedades metabólicas.

Asimismo, el Dr. San Juan indicó que en algunos casos se puede realizar una evaluación neuropsicológica para identificar qué áreas del cerebro están afectadas. 

“Aplicar pruebas psicológicas específicas es esencial para determinar si estamos frente a una demencia y qué tipo es”.

Daniel San Juan Orta

En el caso de la enfermedad de Alzheimer, hay características particulares en los estudios de imagen que, junto con los resultados de las pruebas cognitivas, ayudan a confirmar el diagnóstico.

Si bien la posición para dormir puede influir en la calidad del sueño y, por ende, en la salud cerebral, no hay evidencia directa que la relacione con el desarrollo del alzheimer. 

El diagnóstico temprano, una evaluación clínica adecuada y la comprensión de los factores de riesgo son fundamentales para enfrentar esta enfermedad. Aunque aún queda mucho por investigar, cuidar de nuestra calidad de sueño y de nuestra salud general sigue siendo crucial para mantener el cerebro en buenas condiciones.

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