La Organización Mundial de la Salud (OMS) podría declarar al aspartamo, uno de los edulcorantes artificiales más usados en el mundo, como un posible carcinógeno, informó la agencia de noticias Reuters.
La declaración del aspartamo como “posiblemente cancerígeno para los seres humanos” será realizada por primera vez por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), la rama de investigación sobre el cáncer de la OMS el 14 de julio.
El dictamen del CIIC, finalizado a principios de este mes, tras una reunión de los expertos externos del grupo, pretende evaluar si el aspartamo es un peligro potencial o no, basándose en todas las pruebas publicadas.
La cantidad de un producto que una persona puede consumir sin peligro ya está siendo analizada por otro comité de expertos en aditivos alimentarios de la OMS, conocido como JECFA, junto con las determinaciones de los organismos reguladores nacionales. Se prevé que dicho comité, anuncie sus conclusiones el mismo día que el CIIC haga pública su decisión.
Un portavoz del CIIC dijo que las conclusiones de ambos comités eran confidenciales hasta julio, pero añadió que eran “complementarias”, y que la conclusión del Comité dedicado a la investigación sobre el cáncer representaba “el primer paso fundamental para comprender la carcinogenicidad” del aspartamo.
Además, agregó que el comité de aditivos “lleva a cabo la evaluación de riesgos, que determina la probabilidad de que se produzca un tipo específico de daño (por ejemplo, cáncer) en determinadas condiciones y niveles de exposición”.
¿Qué dicen los fabricantes de productos con aspartamo?
La industria y los reguladores temen que celebrar ambos procesos casi al mismo tiempo pueda resultar confuso, según se lee en cartas de los reguladores estadounidenses y japoneses a las que tuvo acceso Reuters.
“Pedimos amablemente a ambos organismos que coordinen sus esfuerzos en la revisión del aspartamo para evitar cualquier confusión o preocupación entre el público”, escribió Nozomi Tomita, miembro del Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón, en una carta fechada el 27 de marzo y dirigida a la subdirectora general de la OMS, Zsuzsanna Jakab.
La carta, que Reuters ha podido consultar, también pedía que las conclusiones de ambos organismos se hicieran públicas el mismo día, como está ocurriendo ahora.
Las controversias por el aspartamo
Dictámenes similares previos del CIIC sobre distintas sustancias han suscitado inquietud entre los consumidores sobre su uso, dando lugar a demandas judiciales y presionando a los fabricantes para reformular recetas y cambiar a alternativas.
Esto, según Reuters, ha llevado a decir que las evaluaciones pueden resultar confusas para el público.Y es que, desde 1981, el JECFA afirmó que el consumo de aspartamo es seguro dentro de los límites diarios aceptados.
Por ejemplo, un adulto de 60 kilogramos de peso tendría que beber entre 12 y 36 latas de refresco dietético al día, dependiendo de la cantidad de aspartamo que contenga la bebida, para estar en situación de riesgo.
Dicha opinión ha sido ampliamente compartida por los organismos reguladores nacionales, incluidos los de Estados Unidos y Europa.
¿Qué es el aspartamo?
El aspartamo es un edulcorante utilizado en productos que van desde refrescos dietéticos de Cola hasta chicles y algunas otras bebidas.
De acuerdo con los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), es un edulcorante nutritivo, con calorías y muy dulce. De hecho es 220 veces más dulce que la sacarosa.
Los NIH señalan que el aspartamo o aspartame es una combinación de dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico. Y que se ha estudiado bien y no ha mostrado ningún efecto secundario serio.
Por su parte, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) señala que la mayoría de los productos “dietéticos” que se venden actualmente contienen aspartame como agente saborizante, por ejemplo en sodas, helados, postres, galletas, jarabes, chicles, etcétera.
Y afirma que la única función del aspartame es estimular a consumir continuamente productos “no saludables”, que no permiten tener un régimen alimenticio óptimo.