Un estudio realizado por la Universidad de Bath en Reino Unido reveló que las dietas keto o cetogénicas pueden causar enfermedades cardiovasculares, reducir las bacterias intestinales beneficiosas, entre otras afecciones, así lo dio a conocer la casa de estudios en un comunicado de prensa el pasado 5 de agosto de 2024.
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Consecuencias a la salud de seguir una dieta cetogénica
Entre los efectos negativos a la salud de las personas que tiene la dieta cetogénica o keto, se encuentran:
Aumento del colesterol
La dieta cetogénica aumentó los niveles de colesterol, en particular en partículas LDL de tamaño pequeño y mediano. La dieta aumentó la apolipoproteína B (apoB), que provoca la acumulación de placa en las arterias. En cambio, se reconoce que la dieta baja en azúcar redujo significativamente el colesterol en las partículas LDL.
“A pesar de reducir la masa grasa, la dieta cetogénica aumentó los niveles de grasas desfavorables en la sangre de nuestros participantes, lo que, de mantenerse durante años, podría tener implicaciones para la salud a largo plazo, como un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular”, indicó Aaron Hengist, investigador principal del estudio.
Reducción de bacterias intestinales favorables
La dieta cetogénica alteró la composición del microbioma intestinal, en particular la disminución de las bifidobacterias, bacterias beneficiosas que suelen encontrarse en los probióticos. Estas bacterias buenas tienen amplios beneficios: producen vitaminas B, inhiben patógenos y bacterias dañinas y reducen el colesterol.
No obstante, la restricción de azúcar no afectó significativamente la composición del microbioma intestinal.
Sobre esto, Russell Davies, quién también dirigió la investigación aseguró que: “dado que la dieta cetogénica reduce la ingesta de fibra dietética, esencial para la supervivencia de las bacterias intestinales beneficiosas, como las bifidobacterias, podría contribuir a tener importantes consecuencias para la salud a largo plazo, como un mayor riesgo de trastornos digestivos como el síndrome del intestino irritable, un mayor riesgo de infección intestinal y un debilitamiento de la función inmunitaria.
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Tolerancia a la glucosa
Según los expertos, la dieta cetogénica redujo la tolerancia a la glucosa, lo que significa que los cuerpos de los adultos se volvieron menos eficientes a la hora de manejar los carbohidratos.
Al respecto, Javier González, quien supervisó la investigación, comentó que si bien la dieta cetogénica reduce los niveles de glucosa en ayunas, también reduce la capacidad del cuerpo para procesar los carbohidratos de una comida.
“Creemos que esto es probablemente una respuesta adaptativa a comer menos carbohidratos día a día y refleja la resistencia a la insulina a almacenar carbohidratos en el músculo. Esta resistencia a la insulina no es necesariamente algo malo si las personas siguen una dieta keto pero si estos cambios persisten cuando las personas vuelven a una dieta más alta en carbohidratos, podría aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a largo plazo”, aseguró González.
Efectos en el metabolismo
Los investigadores también notaron que la dieta cetogénica provocó cambios significativos en el metabolismo de los lípidos y el uso de energía muscular, cambiando la preferencia de combustible del cuerpo de la glucosa a las grasas.
“La dieta cetogénica es eficaz para perder grasa, pero conlleva diversos efectos metabólicos y sobre el microbioma que pueden no ser adecuados para todo el mundo. Por el contrario, la restricción de azúcar respalda las directrices gubernamentales para reducir la ingesta de azúcar libre, lo que promueve la pérdida de grasa sin efectos negativos aparentes para la salud”, dijo Dylan Thompson, quien también supervisó el trabajo.
Niveles de actividad física
Tanto la restricción de azúcar como las dietas cetogénicas lograron la pérdida de grasa sin cambiar los niveles de actividad física. Estudios previos del Centro de Nutrición, Ejercicio y Metabolismo han demostrado que saltarse el desayuno o el ayuno intermitente provocan reducciones en la actividad física.
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¿Hacer o no una dieta Keto?
A la luz de esta nueva investigación, los académicos concluyen que, si una persona está considerando hacer una dieta, la mejor opción para la mayoría de la gente es hacer una dieta baja en azúcar.
Esto derivado de que las recomendaciones por el gobierno de los Estados Unidos sugieren que la ingesta de azúcares libres se debe limitar a menos del 5% de la ingesta total de energía.
“Los azúcares libres son aquellos que se agregan a los alimentos o bebidas o que se encuentran naturalmente en la miel, los jarabes, los jugos de frutas y los batidos”.
“Ambas dietas, la keto y la baja en azúcares, dieron como resultado una pérdida de grasa. La dieta cetogénica resultó en una pérdida promedio de 2,9 kg de masa grasa por persona, mientras que la dieta restringida en azúcar tuvo una pérdida promedio de 2,1 kg de masa grasa por persona a las 12 semanas”, indicó la investigación.
No obstante, los expertos indicaron que aun se necesita más investigación para entender cómo las personas pueden beneficiarse de cada tipo de dieta.
¿Cómo fue posible saber esto?
Para obtener estos resultados en la investigación publicada en Cell Reports Medicine , se analizó a 53 adultos sanos durante un máximo de 12 semanas.
Los participantes siguieron una dieta moderada en azúcar (control), una dieta baja en azúcar (menos del 5 % de calorías provenientes del azúcar) o una dieta cetogénica (ceto) baja en carbohidratos (menos del 8 % de calorías provenientes de carbohidratos).
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¿Qué es la dieta keto?
La dieta keto o cetogénica es un régimen alimenticio que consiste en restringir la ingesta de azúcar a 50 gramos al día y aumentar la ingesta de grasa con el fin de que nuestro hígado fabrique cuerpos cetónicos. Los cuerpos cetónicos son moléculas derivadas de la grasa que puede ser utilizadas como combustible por nuestras células, explicó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de su sitio “Alimentación para la salud”.
Entre los alimentos que se pondera en las dieta cetogénicas están los alimentos altos en grasas o proteínas y muy bajos en carbohidratos. Pero, los alimentos con un alto contenido de carbohidratos deben ser restringidos como la mayoría de las frutas, cereales, arroz, alimentos que se preparan con harinas y los tubérculos, por ejemplo, zanahorias, papas, jícama.
Según la UNAM, este tipo de dieta no debe ser realizada por todas las personas, sino que debe ser prescrita y seguida por profesionales en Medicina o en Nutriología, ya que, sólo así puede ser segura, tal como ocurre con cualquier otra dieta o tratamiento.
