Un implante cerebral le permitió comunicarse a un hombre que padece esclerosis lateral amiotrófica y se encuentra inmovilizado desde hace varios años y una de sus peticiones fue que le dieran cerveza.
El hombre alemán completamente paralizado pudo comunicarse con su familia a través de un implante cerebral que lee las señales de su cerebro. Además de manifestar el amor por su hijo, el paciente, de 36 años de edad, comunicó su deseo de obtener diferentes tipos de alimentos, como curry, sopa, incluso una cerveza.
El paciente alemán de identidad reservada sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y desde hace varios años está completamente inmovilizado por lo que esta es la primera vez que es capaz de comunicarse mediante oraciones completas.
El Wyss Center de Alemania fue el encargado de desarrollar el implante que permite al paciente inmóvil generar comunicación a través de la actividad cerebral, las señales cerebrales son captadas por los microelectrodos implantados y son decodificadas por un modelo de aprendizaje automático en tiempo real.
El modelo mapea las señales para que signifiquen “sí” o “no” y revelar lo que el hombre quiere comunicar, además de contar con una especie de un teclado que lee las letras en voz alta.
Los pacientes con este trastorno neurodegenerativo pierden el control de sus músculos. Cuando una persona con ELA ya no puede hablar, pueden responder preguntas de sí o no con movimientos oculares sutiles. Con la progresión de la enfermedad, los ojos también dejan de moverse.
Las personas con ELA pueden quedarse sin ningún medio de comunicación, no pueden expresar sus necesidades y deseos, en un aislamiento extremo, completamente encerrados en su cuerpo.
“Amo a mi genial hijo”, pudo comunicar el paciente alemán en una interacción con su hijo de 4 años y su esposa. “¿Quieres ver Robin Hood de Disney conmigo?”; “Mi mayor deseo es una cama nueva y mañana iré contigo a la comer”, son otras de las frases que logró compartir.
El paciente pudo comunicar frases referentes a su cuidado como: “la cabeza siempre recta”, “sin camisa pero calcetines (para la noche)”, “masaje de cabeza de mamá”.
A través del implante, el hombre también pudo compartir sus deseos de tener diferentes tipos de alimentos en su tubo como sopa con carne y por supuesto que pidió una cerveza.