El “hoovering” es el término usado para denominar el motivo por el que una persona puede permanecer en una relación destructiva a pesar de saber del daño que ésta le provoca.
Pero, ¿en qué consiste el Hoovering?
El “hoovering” que en español se entiende como “aspirar”, es una técnica de manipulación que se utiliza para atraer o “succionar” a una persona de regreso a una relación de la que se está retirando o de la que se está alejando, asegura Susan Albers, psicóloga de la Clínica Cleveland.
“Hoovering” adquiere su nombre de una famosa marca de aspiradoras.
De acuerdo con Albers, el “hoovering”, también llamado “aspiración narcisista” es una forma de reafirmar el poder y el control y perpetuar un ciclo de abuso. Ya que, la persona que “aspira” se siente satisfecha al saber que tiene el poder de hacer que una persona regrese.
Pero, si el ciclo de abuso se extiende, el “hoovering” puede derivar en amenazas, acoso e incluso violencia.
Si bien el “hoovering” no es un diagnóstico ni un hecho psicológico reconocido, la especialista asegura que esto no significa que no ocurra y que no sea importante atenderlo, ya que este término describe con precisión uno de los fenómenos que se presentan en las relaciones y que ocurren todos los días.
¿Cómo identificar el “hoovering”?
El “hoovering” suele comenzar con halagos, bombardeos de amor, promesas de cambio o hacer algo que la otra parte ha deseado durante mucho tiempo. Eso podría significar disculparse por errores pasados, asumir un nuevo compromiso o “cambiar” un comportamiento que ha sido fuente de conflicto. Sin embargo, esto termina por no ser cierto.
Esto genera una “montaña rusa de emociones” en la víctima, ya que, pasa de estar muy decepcionado a obtener todo lo que desea, asegura Albers.
“Esa promesa es emocionante y luego desaparece rápidamente. Puede resultar confuso y hacerte sentir manipulado, vulnerable y frustrado, tal vez incluso enojado”.
Susan Albers, psicóloga de la Clínica Cleveland
El “hoovering” no es igual al “breadcrumbing”
El “breadcrumbing” es otra forma de manipulación donde la víctima recibe, tal como su nombre lo indica, “migajas de amor”, es decir, al abusador busca mantener la atención de una o varias personas, mostrando interés en ellas, sin en realidad tenerlo. Y aunque parece tener bastantes similitudes con el “hoovering”, la especialista asegura que existen diferencias en la dinámica de la relación que son importantes.
“La mejor manera de describir el “breadcrumbing” es como encadenar a alguien, mientras que el “hoovering” ocurre en relaciones establecidas, sean románticas o no”.
Susan Albers, psicóloga de la Clínica Cleveland
Otra diferencia entre estas dos dinámicas relacionales es, según la psicóloga, que el “breadcrumbing” puede no ser un acto intencional, mientras que el “hoovering” es un acto deliberado de manipulación.
Además, de que el“breadcrumbing” tampoco aumenta de intensidad ni es peligroso, como el “hoovering”, el cual puede resultar frustrante, perturbador y peligroso.
Siete señales de alerta para detectar el “hoovering”
El “hoovering” puede cambiar según la parte del ciclo de abuso en que se encuentre una relación. A pesar de ello, Albers recomienda estar atento a todos los siguientes comportamientos:
1. Disculparse por los errores del pasado y prometer cambiar
Las disculpas suelen no ser sinceras por el comportamiento del agresor y suelen disfrazar la culpa de lo ocurrido para depositarla en la víctima. Además, esa disculpa suele ir seguida de una gran promesa que está diseñada para “calmar” a la persona a la que “aspiran”.
2. Bombardeo de amor
El “bombardeo de amor” es una característica común del “hoovering”, en este punto el agresor suele colmar de elogios y halagos a la víctima, dar regalos extravagantes y tener conversaciones intensas sobre sentimientos y planes a futuro.
3. Excusas para contactar
Los agresores suelen intentar forzar interacciones con la víctima, ya sea enviando un mensaje de texto “por error”, mandando regalos, flores, tarjetas o llamando por teléfono con motivo de una fecha especial.
4. Usar a amigos y familiares
Si el agresor no es capaz de restablecer la comunicación directa, intentará hacerlo de forma indirecta, es decir, mediante familiares o amigos, a quienes pedirá te envíen sus mensajes.
5. Gaslighting
Durante el proceso del “hoovering” es posible que el agresor intente hacer que la víctima dude de sí misma y la realidad, es decir que también practiquen el “gaslighting”.
De esta forma, pueden intentar mostrar su comportamiento pasado desde una perspectiva positiva o convencer a la víctima de que “merecía” el mal trato.
6. Crisis repentinas
Una de las mayores señales de alerta, dice Albers, es la aparición repentina de crisis que puede ser reales o inventadas. El objetivo es hacer que la víctima se preocupe y crear una situación en la que alejarse parezca cruel.
- Algunos ejemplos de crisis repentinas son:
- Una crisis médica o de salud mental
- La muerte de un amigo o familiar
- Amenazas de autolesión o suicidio
7. Comportamiento amenazante o violento
Los agresores que practican el “hoovering” pueden iniciar una “campaña de ataques”, ya se difamando a la víctima, acusándolo de cosas que no hizo, con amenazas, acechos o la destrucción de propiedades. Incluso, puede causar daños físicos y en casos más graves puede tener un resultado trágico.
¿Quiénes pueden ser víctimas del “hoovering””?
La especialista de la Clínica Cleveland asegura que cualquiera puede encontrarse en una situación tóxica dadas las circunstancias, pero que hay algunas personas que tienen más probabilidades de responder al “hoovering” que otras.
Este tipo de personas suelen ser “más cálidas y empáticas. Tener un estilo de apego ansioso, un historial de trauma o baja autoestima”
¿Quiénes pueden ejercer “hoovering”?
De acuerdo con la especialista, el “hoovering” a menudo se asocia con los siguientes trastornos de personalidad:
- Trastorno de personalidad narcisista (NPD): las personas con tendencias narcisistas a menudo “aspiran” por necesidad de atención y validación externa.
- Trastorno límite de la personalidad (TLP): las personas con trastorno límite de la personalidad suelen tener baja autoestima y miedo al abandono, lo que puede hacer que practiquen el “hoovering”.
- Trastorno de personalidad antisocial (ASPD): las personas con trastorno de personalidad antisocial pueden “aspirar” porque quieren poder y conexión, y carecen de la empatía necesaria para reconocer o preocuparse de que el comportamiento es perjudicial para los demás.
- Trastorno de personalidad histriónica (HPD): las personas con trastorno de personalidad histriónica anhelan atención y aprobación, lo que puede llevarlos a practicar el “hoovering”.
Con todo y esto, la experta sostiene que muchas personas con trastornos de la personalidad no practican el “hoovering”, mientras que muchas otras que sí lo ejercen no se les diagnostica un trastorno de personalidad o cualquier otro tipo de problema de salud mental.
Además, destaca que el “hoovering” puede ser “un signo del estilo de apego de una persona, donde las personas que ‘aspiran’ pueden ponerse ansiosas cuando alguien se aleja”.
¿Cómo prevenir el “hoovering”?
Tener consciencia de estar en una relación donde existe el “hoovering” es el primer paso para prevenir esta práctica de manipulación. Sin embargo, la experta también sugiere:
- Evitar todo contacto con el agresor: no contestar mensajes o llamadas, bloquear redes sociales y celular e incluso cambiar las cerraduras de la casa.
- Responder neutralmente: es importante no responder emocionalmente a disculpas, declaraciones de amor, promesas de cambio, intentos de iniciar una discusión o insultos.
- Dar aviso a familiares o amigos: es importante hacerle saber la situación a amigos y seres queridos para que ellos también adopten una respuesta neutral.
- Buscar apoyo profesional: ante cualquier sospecha de vivir una situación de “hoovering” lo mejor es buscar ayuda de un profesional de la salud.
- Emprender acciones legales: en caso de que el “hoovering” persista lo mejor es solicitar apoyo de las autoridades para que brinden protección.