Un hombre en Reino Unido que dio positivo a COVID-19 en diciembre de 2020, logró recuperarse después de 411 días de padecer la enfermedad. Expertos del King´s College London explicaron cuál fue el motivo por el que el paciente sufrió este tipo de infección persistente y cómo fue que se recuperó.
Se trató del caso de un paciente masculino de 59 años de edad, que originalmente dio positivo a COVID-19 en diciembre de 2020 y continuó dando positivo hasta enero de 2022, a pesar de recibir tres dosis de la vacuna contra la enfermedad.
Esto se debió, según los expertos, a que el paciente tenía un sistema inmunitario debilitado después de un trasplante de riñón y a que la infección del paciente era una infección persistente con una variante temprana de COVID–19, es decir, una cepa de la variante original de Wuhan que fue dominante en el Reino Unido en los últimos meses de 2020.
El análisis también encontró que el virus del paciente tenía múltiples mutaciones desde que se infectó por primera vez, las cuales hacían que los tratamientos fueran ineficaces.
Con esta información, los médicos aconsejaron el uso del tratamiento con anticuerpos REGN-COV2, compuesto por casirivimab y imdevimab, ya que el paciente no cumplió con los criterios para el tratamiento preventivo, ni para el tratamiento de pacientes hospitalizados con enfermedades agudas.
Según los expertos, la continua aparición de nuevas variantes ha hecho ineficaces los sucesivos tratamientos con anticuerpos neutralizantes, lo cual da origen a las infecciones persistentes.
“Algunas variantes nuevas del virus son resistentes a todos los tratamientos con anticuerpos disponibles en el Reino Unido y Europa. Algunas personas con sistemas inmunitarios debilitados todavía corren el riesgo de enfermarse gravemente y de infectarse persistentemente. Todavía estamos trabajando para comprender la mejor manera de protegerlos y tratarlos”, indicó el doctor Luke Snell, de la Facultad de Inmunología y Ciencias Microbianas del King´s College London.
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