Las heridas de la infancia son lesiones afectivas que pueden influir en la vida adulta y las cuales se deben atender de forma oportuna para alcanzar un mejor desarrollo socioemocional, así como para evitar que se vuelvan cíclicas.
Éstas son las heridas infantiles
Durante la primera etapa de la vida los seres humanos son más sensibles a los efectos del ambiente que los rodea, debido a que a esa edad todavía el ser humano está en formación y no tiene una personalidad definida, estas huellas emocionales van quedando en la memoria, un poco rezagadas, pero al final van a cobrar relevancia a lo largo de la vida, de acuerdo con la doctora Fayne Esquivel Ancona de la Facultad de Psicología de la UNAM.
Para la especialista de la UNAM, las heridas de la infancia se van quedando en la memoria, a lo mejor un poco rezagadas, pero posteriormente van cobrando importancia a lo largo de la vida, “estas heridas emocionales se relacionan básicamente con el abandono, el maltrato, la violencia, injusticia, humillación, desconfianza.
Principales heridas de la infancia, según “Las cinco heridas que impiden ser uno mismo” de Lisa Bourbeau
- Traición
- Humillación
- Desconfianza
- Abandono
- Injusticia
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¿Se pueden curar las heridas de la infancia?
Sí, coinciden las expertas entrevistadas por UnoTV, si bien no son soluciones mágicas lo importante es trabajar con las emociones en un nivel prevención a través de talleres para padres, educadores, docentes, “de manera que los adultos podamos regularnos emocionalmente para tener una mejor relación con los niños”, señaló la doctora de la UNAM.
Por otro lado, resulta importante atender a los niños lo más tempranamente posible para sanar sus heridas de la infancia antes de éstas que se conviertan en cicatrices que posiblemente nunca se puedan quitar.
“Que los niños tengan acceso a un tratamiento en la infancia es mucho más fácil que subsanar ese tipo de situaciones y puedan tener un mejor desarrollo socioemocional y crecer sin esas heridas”.
Dra Fayne Esquivel
Así se pueden sanar
Rocío Botello, licenciada en Psicología y maestra en Terapia Familiar, considera que para sanar las heridas de la infancia no existe una fórmula mágica que las desaparezca, dado que cada persona es diferente; sin embargo, se cuenta con formas de trabajo emocional para cada una de ellas.
La especialista explicó que para sanarlas existen diferentes opciones:
- Herida de abandono
Si durante mi infancia hubo falta de afecto, cariño o compañía el camino a la sanación será mediante el trabajo del miedo a estar solo.
- Herida de rechazo
Si lo que percibiste en tu infancia fue algún tipo de rechazo se recomienda trabajar con las expectativas propias y el exceso de búsqueda de aprobación externa.
- Herida de humillación
Si durante los primeros años te sentiste humillado o ridiculizado se recomienda trabajar con el perdón y la necesidad de complacer a los demás.
- Herida de traición
Si tu herida fue por promesas no cumplidas o mentiras el trabajo será con la confianza en ti mismo, en los demás y la flexibilidad.
- Herida de injusticia
Si durante tu infancia sentiste que fuiste víctima de una injusticia, hay que trabajar con el perfeccionismo, de otra forma tenderás a esforzarte mucho más de la cuenta, no reconocerás tus avances y logros, repitiendo activamente la injusticia contigo mismo.
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No repetir el esquema
Ciertas heridas de la infancia pueden afectar la vida adulta, pues a pesar del paso del tiempo, emocionalmente éstas no cambian y se arrastran hasta la adultez, afectando las relaciones interpersonales, explicó Rocío Botello, quien también es cofundadora del Centro de Bienestar Integral.
Algo muy importante, de acuerdo con la doctora Fayne Esquivel, es que los adultos se sensibilicen muchísimo de cómo tratar a los niños durante la infancia y lo importante que esto resulta para su vida futura.
Las expertas coincidieron que si bien cada caso es diferente e incluso una persona puede tener varias heridas de la infancia, sí es importante acudir con un especialista para reparar esas heridas lo antes posible.