Haber tenido COVID-19 podría duplicar el riesgo de ataque cardiaco, accidente cerebrovascular o morir: estudio
Una nueva investigación reveló que haber padecido COVID-19 podría duplicar el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular o muerte. Así lo dio a conocer este miércoles la Clínica Cleveland, quien dirigió la investigación en conjunto con la Universidad del Sur de California.
El estudio descubrió que las personas con cualquier tipo de infección por COVID-19 tenían el doble de probabilidades de sufrir un evento cardiaco importante, como un ataque cardiaco, un derrame cerebral o la muerte, incluso, hasta tres años después del diagnóstico.
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Destacó que el riesgo era significativamente mayor para los pacientes que habían sido hospitalizados por COVID-19 y era más determinante que un historial previo de enfermedad cardiaca.
Además, un análisis genético adicional reveló que las personas con un tipo de sangre distinto de O (como A, B o AB) tenían el doble de probabilidades de experimentar un evento cardiovascular adverso después de COVID-19 que aquellos con un tipo de sangre O.
“En todo el mundo, más de mil millones de personas ya han contraído el COVID-19. Los resultados informados no son un efecto pequeño en un subgrupo pequeño”, afirmó el coautor principal del estudio, el doctor Stanley Hazen, presidente de Ciencias Cardiovasculares y Metabólicas en el Instituto de Investigación Lerner de la Clínica Cleveland y codirector de la sección de Cardiología Preventiva.
“La asociación descubierta por nuestra investigación indica una interacción potencial entre el virus y la parte de nuestro código genético que determina el tipo de sangre y señala la necesidad de realizar más investigaciones”, agregó.
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¿Cómo fue posible saber esto?
Los investigadores utilizaron los datos de 10 mil 5 personas que tuvieron COVID-19 y 217 mil 730 personas que no se infectaron entre febrero y diciembre de 2020, pertenecientes al Biobanco del Reino Unido.
“Los resultados incluyeron a casi un cuarto de millón de personas y apuntan a un hallazgo de importancia sanitaria mundial que promete traducirse en un aumento de las enfermedades cardiovasculares a nivel mundial”, dijo Hazen.
Durante el estudio, los investigadores consideraron si ciertas variantes genéticas previamente relacionadas con la enfermedad de las arterias coronarias, el ataque cardiaco y la infección por COVID-19 contribuía a un riesgo elevado de enfermedad de las arterias coronarias después del COVID-19. Tras los análisis, descubrieron que ninguna de las variantes genéticas conocidas impulsó el aumento de los eventos cardiovasculares observados después del COVID-19.
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En cambio, los datos resaltaron una asociación entre el riesgo elevado y el tipo de sangre. Investigaciones anteriores han demostrado que las personas que tienen tipos de sangre A, B o AB también eran más susceptibles a contraer COVID-19.
“Estos hallazgos revelan que si bien es una infección del tracto respiratorio superior, el COVID-19 tiene una variedad de implicaciones para la salud y subraya que debemos considerar el historial de infección previa por COVID-19 al formular planes y objetivos preventivos de enfermedades cardiovasculares“, dijo Hazen.
“Una mejor comprensión de lo que hace el COVID-19 a nivel molecular podría enseñarnos sobre las vías relacionadas con el riesgo de enfermedad cardiovascular“, concluyó.