La fruta cortada a la mitad ayuda a que se vea estética en los anaqueles de los mercados; sin embargo, esta técnica para comprobar su frescura y color puede representar un riesgo de enfermedades, así lo advierte la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
¿Por qué no comprar la fruta cortada a la mitad?
De acuerdo con la alerta de la EFSA, y retomada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la fruta cortada a la mitad o picada en cuadros pequeños no causa daños a la salud; sin embargo, comprarlas de esa forma conlleva riesgos para mantenerla fresca, entre los cuales se enlistan:
- Al cortar la fruta, la superficie o el utensilio podrían estar sucios y eso la contaminaría en primera instancia
- De no mantenerse en temperatura ambiente después de ser cortada, las bacterias podrían alojarse en las frutas
- La fruta expuesta a la intemperie tiende a oxidarse, lo que reduce sus propiedades como vitaminas
¿Cuáles son los riesgos de consumir la fruta en esta presentación?
Los patógenos más prevalentes en frutas como melón, sandía, piña y papaya son bacterias que contaminan el producto que poseen potencial para crecer durante la postcosecha. Entre ellas, Listeria monocytogenes, Salmonella, Bacillus cereus y E. coli.
El informe del AESAN detalla que la contaminación de la pulpa de la fruta cortada a la mitad con “microorganismos oportunistas y patógenos transmitidos por los alimentos es posible”, representando un riesgo también en la cáscara, por lo que es fundamental “controlar su crecimiento posterior”.
“En países no pertenecientes a la Unión Europea existen algunas publicaciones referentes a Salmonella, mostrando una prevalencia mediana de los diferentes estudios de 0.5 y 0.8 %, siendo el máximo porcentaje de muestras contaminadas un 55% en un estudio en México”
AESAN
¿Toda la fruta cortada a la mitad es peligrosa?
Debido a la capacidad de crecimiento a bajas temperaturas de la Listeria Monocytogenes, los autores de la Agencias de España observaron un incremento de 4 unidades logarítmicas tras un almacenamiento a 5 ºC durante 15 días, aunque por lo general, señalan que el riesgo en la fruta cortada aumenta si su refrigeración es mayor a los 25 ºC.
Inmediatamente después de la compra, toda fruta que esté previamente cortada a la mitad, debe guardarse en un lugar que tenga menos de 5 grados de temperatura para evitar que se desarrollen las enfermedades mencionadas.
Finalmente, se debe preguntar al vendedor cuánto tiempo lleva expuesta la fruta cortada antes de comprarla; si llevan más de 2 horas a la intemperie y el clima es caluroso, es mejor comprarla entera. Las recomendaciones para evitar patógenos de transmisión alimentaria son las siguientes:
Para comerciantes | Para consumidores |
– Preparar la fruta con extrema higiene, tanto en utensilios y superficies, como en sus manos. – Los anaqueles o guacales donde esté la fruta deben tener una apropiada exposición de luz, calor y almacenamiento. – No deben cortar frutas muy maduras, o con heridas en su superficie. | – Evitar frutas cortadas demasiado maduras. – Consumir lo más rápido posible. Si no es para consumo inmediato, es preferible comprar una fruta entera. – Mantener los restos en el refrigerador. – Eliminar las zonas dañadas. – Guardar fruta picada dentro de bolsas selladas al vacío, o con pliegos de plástico flexible. |
Consumir fruta cortada a la mitad puede conllevar ciertos riesgos, por lo que las autoridades sanitarias hacen un llamado a tener un tratamiento particular cuando se compren sandías, melones o papayas en esta presentación, aunque lo ideal sería mantenerla completa. Tanto comerciantes como consumidores deben estar al tanto de las recomendaciones.