La fiebre es un aumento temporal de la temperatura corporal y es parte de la respuesta general del sistema inmunitario del cuerpo por lo que no es una enfermedad por sí misma, sino que es el resultado de una infección. Expertos de Harvard explican en qué momento se convierte una emergencia para buscar atención médica.
¿En qué momento la fiebre se convierte en una emergencia médica?
De acuerdo con Toni Golen y Hope Ricciotti, editores en jefe de Harvard Women’s Health Watch, aunque la fiebre por sí misma es una señal de que “algo anda mal”, si la temperatura coroporal alcanza los 39.4 grados centígrados, es pertinente buscar atención médica; y si rebasa los 40.6°C, hay que acudir directamente a una sala de emergencias.
“Si tiene más de 65 años o está inmunocomprometido, especialmente si puede haber estado expuesto al COVID-19, llame a su médico si su fiebre alcanza los 101°. Cualquier persona con fiebre de 103° o más debe hacer lo mismo. Y si su temperatura alcanza los 105°, vaya directamente a una sala de emergencias”.
Harvard Health
En el caso de una persona infectada por COVID-19, es común que la temperatura se eleve a los 38°C, de forma similar a la respuesta de su sistema inmunológico a una infección u otro invasor. En este tipo de enfermedades, si comienza a subir de los 38 grados, se tiene que buscar asistencia inmediata.
¿Cuáles son las complicaciones de una temperatura elevada en niños?
Según la Clínica Mayo, la fiebre sí tiene complicaciones, particularmente en niños de entre 6 meses y 5 años tienen mayor riesgo de presentar una convulsión cuando tienen fiebre (convulsión febril). Cabe destacar que alrededor de un tercio de los niños que tienen una convulsión febril tendrán otra, por lo general dentro de los próximos 12 meses.
- Una convulsión febril puede suponer pérdida del conocimiento, temblores en las extremidades a ambos lados del cuerpo, ojos en blanco o rigidez corporal. Aunque es alarmante para los padres, la gran mayoría de las convulsiones febriles no causa efectos duraderos.
Los niños con fiebre relativamente alta pueden no parecer o actuar particularmente enfermos. El tratamiento de la fiebre depende del grado de malestar. Si tu hijo se siente incómodo o inquieto, estas estrategias de atención domiciliaria pueden ayudar:
- Recuerda a tu hijo que beba líquidos.
- Vístelo con ropa liviana.
- Usa una manta liviana si siente frío, hasta que pasen los escalofríos.
- No dé aspirina a los niños o adolescentes.
- No des a un bebé ningún tipo de analgésico hasta que hayas hablado con un médico y lo hayan revisado.
Si tu bebé tiene menos de 3 meses de edad y tiene fiebre, es importante que llames al médico inmediatamente. Hay que llamar al médico si el menor presenta inquietud, deshidratación, rigidez en el cuello, dolor abdominal, problemas para respirar, sarpullido y dolor o hinchazón articular.