Si eres de los que cuando se ríen mucho dicen “me muero de risa”, entonces debes saber que eso ¡sí es posible!, según la ciencia. La Facultad de Medicina de la UNAM explica por qué sí es posible morir de risa y qué hacer para evitar que esto suceda.
Sí es posible morir de risa, pero ¿por qué?
La risa puede causar la muerte debido a que cuando las personas se ríen el cuerpo sufre de espasmos provocados porque el tórax se expande y se contrae más rápido gracias al movimiento de 400 músculos. Dichos espasmos, provocan que los pulmones y el corazón se ejerciten.
A esto se suma que cuando las personas ríen, el cortisol, la hormona encargada de combatir el estrés, disminuye, al igual que la adrenalina, el bioquímico que segrega el cuerpo para reaccionar rápidamente en situaciones de peligro.
Beneficios de reír… con moderación
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reír, con medida, trae bastantes beneficios al cuerpo y al estado de ánimo, y es que, al reír el cerebro produce betaendorfinas, las cuales son morfinas naturales que relajan al organismo, combaten la depresión, tranquilizan, disminuyen el dolor y estimulan el sistema inmunológico.
De hecho, en personas que viven con alguna enfermedad, la risoterapia puede hacer que el tiempo de recuperación se reduzca un 60%.
Personas que han muerto de risa
Según registros históricos, el primer caso de una persona que murió de risa fue el de Crisipo de Solos, un filósofo griego, máxima figura de la escuela estoica antigua. Se sabe que, Crisipo murió víctima de un ataque de risa tras ver a un burro comerse unos higos.
Otro caso más reciente es el de Alex Mitchell, quien en 1975 murió de risa tras sentarse a ver un episodio de “The Goodies”, su programa de televisión favorito. Después de veinticinco minutos de risa continua, Mitchell finalmente se desplomó en el sofá y murió de un paro cardíaco a la edad de 50 años.