¿Es peligroso blanquearse los dientes con bicarbonato?, esto dice la ciencia
En redes sociales se ha popularizado la tendencia de personas intentando blanquearse los dientes con bicarbonato de sodio. Pero, ¿hasta qué punto esta práctica puede ser contraproducente para la salud?
¿Realmente es peligroso blanquearse los dientes con bicarbonato?
La respuesta a esta pregunta es controversial. Según María Bufalá Pérez, especialista en Odontología del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo en Madrid, España, algunos profesionales rechazan por completo el uso de bicarbonato sobre los dientes, mientras que otros no lo encuentran perjudicial, siempre que se utilice en las concentraciones adecuadas.
Esto se debe, en parte, a que el bicarbonato ejerce un efecto abrasivo y corrosivo sobre los dientes y encías, lo que, en el largo plazo, puede tener graves consecuencias para la salud oral.
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Bufalá indica que “utilizar bicarbonato para blanquear los dientes puede parecer que surte efecto en primera instancia, pero en realidad “no tiene ningún poder blanqueante y lo que realmente hace el bicarbonato sobre nuestros dientes es eliminar el esmalte dental”, es decir, dejar los dientes débiles y desprotegidos”.
“Dañar el esmalte dental supone dejar a los dientes más expuestos a infecciones, a caries, y a enfermedades periodontales”
María Bufalá Pérez, especialista en Odontología.
Y es que, si bien, el bicarbonato, por sí mismo “tiene poco poder abrasivo, pues apenas tiene un siete en el Índice de Abrasividad Dentinaria establecido por la Asociación Dental Americana, que va del 0 al 250″; lo cierto es que, aplicarlo directamente en los dientes, y frotar con un cepillo de dientes, que ya de por sí puede arañar el esmalte dental, es lo que aumenta su acción corrosiva y, por tanto, sus efectos dañinos.
Pero eso no es todo, según la especialista en salud bucal, algo peor que tallarse los dientes con bicarbonato es hacerlo con bicarbonato y limón, ya que, aumenta considerablemente su poder abrasivo y daña más rápidamente el esmalte dental y las mucosas orales.
Bufalá también alerta sobre que su uso continuo puede provocar recesión gingival, un problema también irreversible con graves consecuencias a largo plazo, llegando incluso a la pérdida de piezas dentales.
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Entonces, ¿cómo blanquearse los dientes?
Antes de disponer de un blanqueamiento dental, la especialista española asegura que es importante considerar que los dientes naturales no son blancos, pues su color proviene de la dentina, el tejido dental que se encuentra por debajo del esmalte.
“El esmalte dental protege a los dientes y su desgaste es irreversible, por lo que es importante cuidarlo y fortalecerlo para asegurarnos una buena salud bucodental“, dijo.
Bufalá subraya que, si se busca conseguir unos dientes más blancos, se aconsejan siempre tratamientos profesionales, efectivos, y seguros para la salud, tales como:
- Blanqueamiento con férulas: este tratamiento consiste en una férula hecha a medida para cada paciente y un gel blanqueador que se introduce mediante jeringas en la férula y se deja actuar durante toda la noche; sus resultados aparecen poco a poco, pero es un tratamiento completamente seguro.
- Blanqueamiento con lámpara de luz fría: se coloca el agente blanqueador sobre los dientes, tras haber protegido previamente las encías con un gel polimerizante, y se coloca la lámpara de luz fría en dos tiempos de diez minutos cada uno.
- Blanqueamiento con láser: actualmente no es de los métodos de blanqueamiento más utilizados, pero consiste en utilizar una lámpara clínica que potencia el efecto del químico blanqueador.
“Para conseguir un buen blanqueamiento dental es importante acudir a profesionales que puedan evaluar el estado de tus dientes y aconsejarte para mejorar el aspecto de tu sonrisa sin dañarla”, sostiene la especialista.
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¿Qué es el bicarbonato de sodio?
El bicarbonato de sodio es un compuesto sólido de color blanco que se puede encontrar como mineral en la naturaleza o se puede producir artificialmente. Es soluble en agua, pero cuando se expone a un ácido se descompone, provocando una característica efervescencia.
De ahí que, el bicarbonato se utilice en repostería para ayudar a la masa a elevarse, pero también en el ámbito médico, por ejemplo, para tratar las quemaduras por ácidos y para aliviar la acidez estomacal y la indigestión. Además, gracias a su acción abrasiva, también se puede utilizar para limpiar la plata.
