¿El primer baño de tu bebé? Sigue estos tips de la UNAM

| 11:32 | Aldo Flores | UNAM Global
¿El primer baño de tu bebé? Sigue estos tips de la UNAM
UNAM responde dudas sobre el primer baño de un bebé. Foto: Science Photo Library

El primer baño de un bebé puede ser un reto, por ello una experta de la Universidad Autónoma de México (UNAM) dio las siguientes recomendaciones.

¿Cuándo se debe dar el primer baño a un bebé?

La Dra. Norma Herrera Roque, de la FES Zaragoza, explicó que el primer baño debe darse 24 horas después del nacimiento y no en las primeras horas, como se solía hacer antiguamente.

“Esto se debe a que los recién nacidos están cubiertos por una sustancia blanquecina y cerosa llamada vérnix caseosa, la cual se absorbe de manera natural en la piel y, según diversas organizaciones médicas, aporta beneficios adicionales en términos de hidratación y protección”, dijo la experta para UNAM Global.

“Este primer baño debe ser muy básico. Se recomienda hacer la limpieza con una esponja o toallita húmeda para mantener al bebé limpio, sin mojar el cordón umbilical. Los baños no deben ser diarios, sino realizarse dos o tres veces por semana”.

Dra. Norma Herrera Roque

Una vez que cae el cordón umbilical, lo cual suele ocurrir entre la primera y la segunda semana de vida, los baños pueden incluir agua, pero manteniendo la misma frecuencia.

  • En caso de utilizar algún producto, como shampoo, este debe tener un pH neutro para evitar irritaciones en la piel del bebé.

Preparativos para el baño

Para realizar el baño del bebé, es necesario contar con los siguientes elementos:

  • Una tina con termómetro, preferentemente con respaldo (si no tiene respaldo, se puede colocar una toalla doblada para mayor comodidad).
  • La ropa del bebé, preparada con anticipación.
  • Una toalla de uso exclusivo para el bebé.

Además, la Dra. Herrera Roque recomendó seguir estas indicaciones:

  • Temperatura del agua: Idealmente, debe estar a 37°C, aunque puede variar entre 36 y 38°C. Es importante recordar que primero se debe colocar el agua fría y luego la caliente, para evitar quemaduras tanto al bebé como al adulto que lo baña.
  • Cantidad de agua: La altura del agua debe ser de 8 a 10 cm.
  • Ambiente: Evitar corrientes de aire cerrando puertas y ventanas, ya que los bebés no tienen un sistema de termorregulación desarrollado y son muy sensibles a los cambios de temperatura.
  • Esponja: Debe ser de uso exclusivo para el bebé y estar húmeda, pero no empapada, para evitar que escurra agua.
  • Duración: El baño debe ser breve, no más de 10 minutos, y es importante evitar distracciones durante el proceso.

Procedimiento del baño

El baño puede iniciarse con la limpieza del rostro, procurando que el agua no caiga en los ojos ni en la boca del bebé.

Luego, se continúa con la cabeza. Es común que los bebés presenten costra láctea, una acumulación de grasa, escamas y células de piel muerta en el cuero cabelludo. Esta costra se desprende gradualmente, por lo que no es necesario retirarla de manera forzada durante el baño. Para lavar la cabeza, se puede utilizar un producto específico para bebés.

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Posteriormente, se procede a limpiar el cuerpo, prestando especial atención a las zonas donde suele acumularse suciedad, como las ingles y los pliegues de la piel. En el caso de las niñas, es importante separar ligeramente los labios de la vulva para limpiar adecuadamente, mientras que, en los niños, se debe limpiar debajo de los testículos.

Secado e hidratación

El secado debe realizarse con delicadeza, usando una toalla suave y sin frotar en exceso. Una vez terminado el baño, se puede aplicar una crema hidratante sin alcohol ni perfumes, ya que estos ingredientes pueden interferir con el vínculo olfativo entre el bebé y su madre.

El baño como oportunidad de exploración

La Dra. Herrera Roque destacó que el baño no solo es una experiencia para fortalecer el vínculo entre padres e hijos, sino también una oportunidad para explorar el cuerpo del bebé y detectar posibles anomalías físicas, como:

  • Erupciones
  • Irritaciones
  • Malformaciones

La frecuencia: ¿puede cambiar?

Los baños en los primeros seis meses de vida del bebé deben seguir la frecuencia que antes comentábamos: de dos a tres días por semana. Cuando el menor comience a gatear, la frecuencia del baño puede cambiar a tres o cuatro veces por semana, pero los padres decidirán si modifican la rutina.

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