Consumo de alcohol durante el embarazo se relaciona con cambios en la cara del bebé

ALCOHOL EN EL EMBARAZO
No hay cantidades de alcohol seguras. | Foto: Shutterstock / Oxford Academic.

El consumo de alcohol durante el embarazo, aun en mínimas cantidades, podría causar cambios permanentes en las características faciales de los niños, así como en sus habilidades cognitivas, señaló un estudio publicado en Oxford Academic Press.

Los investigadores utilizaron inteligencia artificial (IA) para encontrar un vínculo entre las alteraciones en la forma de los rostros de los niños y la cantidad de alcohol que consumieron sus madres, tanto antes de quedar embarazadas como durante el embarazo.

De acuerdo con la investigación, sólo una copa de vino a la semana, que equivale a 12 gramos de alcohol, durante el embarazo podría causar cambios en la cara de los bebés al nacer.

  • 12 gramos de alcohol equivalen a beber una cerveza, una copa de vino o un “caballito” de tequila, según los Centros de Integración Juvenil de México.

Entre las alteraciones relacionadas con el consumo de alcohol por parte de las madres en los rostros de los bebés se encontraron:

  • Barbillas que sobresalían más
  • Nariz más corta ligeramente hacia arriba
  • Leve regresión de la región debajo de los ojos

En las imágenes 3D creadas por los investigadores, se puede ver en color rojo los cambios hacia adentro, mientras que las áreas azules se refieren a cambios hacia afuera de la cara con respecto al centro geométrico de la cabeza.

“La exposición de un niño al alcohol antes del nacimiento puede tener efectos adversos significativos en el desarrollo de su salud y, si una madre bebe regularmente una gran cantidad, esto puede provocar un trastorno del espectro alcohólico fetal, FASD, que se refleja en las caras de los niños”.

Gennady Roshchupkin, especialista del Centro Médico Erasmus, Rotterdam, Países Bajos
Cambios en remisión a los 9 y 13 años. | Foto: Oxford Academic.

“Para esta tarea, desarrollamos un algoritmo basado en IA, que toma imágenes 3D de alta resolución de la cara y produce 200 medidas únicas o ‘rasgos’. Las analizamos para buscar asociaciones con la exposición prenatal al alcohol y desarrollamos mapas de calor para mostrar los rasgos faciales particulares asociados con el consumo de alcohol de las madres”, dijo Roshchupkin.

Los rostros de los niños al crecer

El vínculo entre el consumo de alcohol y la forma de la cara se diluyó en los niños mayores y no se encontró una asociación significativa cuando los investigadores observaron los datos de los niños a la edad de 13 años.

“Es posible que a medida que el niño envejece y experimenta otros factores ambientales, estos cambios pueden disminuir o quedar oscurecidos por los patrones normales de crecimiento. Pero eso no significa que el efecto del alcohol en la salud también desaparecerá. Por lo tanto, es crucial enfatizar que no existe un nivel seguro establecido de consumo de alcohol durante el embarazo y es recomendable dejar de beber alcohol incluso antes de la concepción para garantizar resultados de salud óptimos tanto para la madre como para el feto en desarrollo”, dijo el profesor Roshchupkin. 

“Se necesitan más investigaciones sobre el mecanismo de asociación para comprender completamente cómo se desarrolla la asociación y luego se debilita con la edad”.

Gennady Roshchupkin, especialista del Centro Médico Erasmus, Rotterdam, Países Bajos

¿En qué consistió el estudio?

Para saber esto, los expertos estudiaron 200 rasgos en los rostros de más de 5 mil 600 niños en edad escolar utilizando imágenes en 3D y un algoritmo de aprendizaje profundo, lo cual les permitió encontrar diferencias entre los rasgos faciales de los niños cuyas madres bebieron alcohol durante el embarazo y los que no.

 “Para esta tarea, desarrollamos un algoritmo basado en IA, que toma imágenes 3D de alta resolución de la cara y produce 200 medidas únicas o ‘rasgos’. Las analizamos para buscar asociaciones con la exposición prenatal al alcohol y desarrollamos mapas de calor para mostrar los rasgos faciales particulares asociados con el consumo de alcohol de las madres”, dijo el investigador.

 Los niños formaron parte del Estudio Generación R en los Países Bajos, un estudio poblacional en curso de mujeres embarazadas y sus hijos desde la vida fetal en adelante. Los niños de este análisis nacieron entre abril de 2009 y enero de 2006.

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